MÉXICO- Optimista, pero también con un enfoque muy realista es como el actor César Bono enfrenta el paso del tiempo y los problemas de salud que ha tenido.
Consciente que a sus 70 años y después de ocho infartos no le queda el mismo tiempo de vida de cuando estaba en sus 20, Bono reveló que antes de que se desatara la epidemia de coronavirus estuvo a punto de morir.
En una entrevista para TvyNovelas, el actor habló de su salud y el trabajo, pues por ahora están detenidas las grabaciones de la serie Vecinos.
“Yo me iba a morir antes del coronavirus, pero no me morí; quedé con secuelas de movimiento, que es lo que me preocupa, pero no me duele nada ni estoy enfermo. Las secuelas son por los infartos que tuve, pero aquí sigo”, comentó acerca de los problemas gastrointestinales que enfrentó recientemente.
Esos padecimientos se sumaron a los efectos que ocho infartos han dejado en su cuerpo, así como a la hernia hiatal que tiene y que se niega a operarse.
Debido a la epidemia de Covid-19, la terapias a las que acudía se interrumpieron, así que espera retomarlas cuando la contingencia pase.
Desea volver a trabajar en teatro y televisión, como lo hacía previo a la epidemia. “Si Dios quiere, este lunes 15 de junio, es una fecha tentativa. Regresaríamos a grabar tres capítulos que faltan de la temporada y que por la pandemia ya no se hicieron. También tengo proyectos de cine y teatro; espero que la tele sea la primera puerta que se abra para volver a trabajar, porque sí disfruto no trabajar, pero también disfruto mucho mi trabajo”, comentó sobre la serie Vecinos de Televisa.
Por todos esos motivos, Bono dijo estar consciente de no tener un largo futuro.