Inicio SOTA CABALLO Y REY Presión de EU propicia guerra entre Generales del Ejército

Presión de EU propicia guerra entre Generales del Ejército

Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- La captura de Ovidio Guzmán costó 10 militares muertos y 35 heridos, en el cumplimiento de su deber, además de 19 muertos de las filas de los Guzmán; quema de vehículos, destrozos, incendios y robos en el segundo “Culiacanazo”. Parece que esta vez no murieron inocentes.

Ovidio Guzmán será extraditado en tiempo récord a diferencia de Rafael Caro Quintero. Ovidio, por su edad e historial delictivo, apenas da para decir a quienes pagaban por protección; se irá rápido. Rafael Caro Quintero no porque sabe, los gringos saben también, pero necesitan que diga en la Corte, quiénes son los involucrados en el asesinato del agente de la DEA Kiki Camarena y su piloto Alfredo Avelar, que siguen vivos y vigentes en el gobierno, como Manuel  Bartlett, director de la CFE y, por aquel entonces, secretario de Gobernación.

En este mismo tema: El problema de la seguridad, en los tres órdenes de gobierno, está dentro. El de la Guardia Nacional y el Ejército, igual. El problema es interno, y el de los mandos civiles, desde fiscalías, ministerios públicos y abogados defensores de oficio, también es interno, luego en los altos mandos: presidentes municipales, gobernadores y el presidente. El problema está en su corte; o dicho de otro modo, en sus más cercanos colaboradores. La corrupción impera en todos.

Ejemplo: Se estima que un penal como el 03 de Juárez deja unos 10 millones a la semana para repartir. Digo, por si alguien se pregunta cómo hay celdas VIP, armas, drogas, mujeres, fiestas, comidas especiales, tiendas, etc.

El dinero es mucho sumando los penales, incluso la comida no se da, aunque sea pagada por el Gobierno. En Juárez se vendía, por los mismos jefes internos, luego venden las franquicias de quién vende qué y las que se conceden o licitan al querer entrar al penal a operar las corrompe el dineral que circula adentro, o los obligan. La única que no lo sabe es la gobernadora. En municipios todos lo saben y en la federación todos lo saben, menos el presidente.

¿Quiere un ejemplo? Un día antes de capturar a Ovidio, el General Héctor Ávila Alcocer fue sustituido en la 9a Zona por el General de Brigada Diplomado de Estado Mayor, Alfredo Salgado Vargas. Solo así sale un operativo sorpresa. Lo prepararon todo: Un tiempo antes remodelaron y blindaron instalaciones, como trabajos “ordinarios”. Engañaron al General coludido. ¿Quién? Otro General coludido en otro lado.

Todos saben, desde el municipio más pequeño, donde dos polis mal vestidos con una pistola vieja y dos balas les hacen mandados, hasta lo más alto donde cobran millones. ¿Lo que hay? Es como es, diría gatopardo, pero el que no acepta muere. Por eso los directores no quitan privilegios, por miedo, por su familia y, al último, por dinero.

Si el presidente sabía y sabe de esa corrupción entre militares, sabe que la tiene perdida, porque en este mundo ganan los que pagan, no los que mandan. Algún disgusto provocó Ávila Alcocer con Sandoval o la presión de Estados Unidos los hizo traicionarlo para poder agarrar a Ovidio. Habrá consecuencias, no lo dude.

¿Usted cree que Ávila Alcocer no teme por su vida o la de su familia? O cambia de bando y se desquita, para evitar la venganza. Así fue como funcionó con el director de Puente Grande, Dámaso López, que dejó salir al Chapo. Se fue con él, se hizo su compadre y ya preso en EU declaró en su contra para reducir sentencia, pero allá, aquí nunca lo hubiera hecho.