Home Perspectiva Nosotros somos la patria

Nosotros somos la patria

0
Nosotros somos la patria

Lic. Héctor Ramón Molinar Apodaca.- De acuerdo con la experiencia, con triunfos y fracasos, es como rectificamos los errores y superamos los obstáculos. Nuestra sociedad necesita cambiar en costumbres, hábitos y conducta derivadas de la corrupción con la que crecimos como parte de nuestras vidas. Todos tenemos la misión sagrada de amar, respetar y defender a nuestras familias como principal objetivo natural. 

Pero para amar, necesitamos aprender a querer, saber escuchar, ver, dar y sentir empatía. El respeto se logra con aceptación y tolerancia, honestidad y perseverancia. La defensa se construye luchando por la justicia y la equidad. La familia es el principal eje que permite avanzar con gratitud a la vida.

Veo en mi patria a muchos jóvenes con ganas de transformar a México, con energía para protestar contra los políticos deshonestos, con educación y capacidad para ocupar cargos públicos, conscientes de la gran responsabilidad y que saben diferenciar entre el bien y el mal. Una juventud unida sin importar las clases sociales, que se abrió paso con dificultades económicas y que ya son emprendedores y profesionistas exitosos.

Ciudad Juárez, desde que se fundó, ha sido la capital mexicana donde se transformó el país. Aquí se establecieron convenios y pactos bajo la esperanza de lograr la democracia. Durante décadas nuestra frontera se distingue por su juventud franca, honesta, sencilla y hermosa. Porque naciendo con estas cualidades es hermosa por su propia naturaleza y herencia.

Urge retomar las armas que otorga el libre pensamiento y la definición sin temor a la represión y al mal gobierno que nos ha legado una falsa visión de la felicidad. La unidad de los jóvenes puede operar sin partido político en especial, para que no los separen en el principal ideal que es la democracia y la libertad de ser y vivir sin ataduras políticas, ni servilismo vil para nadie. La patria es de nosotros. Nosotros somos la patria.

Basta de imposiciones, de disfraces y máscaras en los mismos actores políticos que tienen reprimida a la democracia, impidiendo la participación ciudadana para elegir a sus candidatos. Los partidos políticos siguen bajo la partidocracia y son un gran negocio parecido a las franquicias comerciales, pero con el dinero de nuestros impuestos.

Agradezco ser parte de la última generación que nos obligaron a entonar el himno nacional todos los lunes durante la educación primaria y secundaria. Que tuvimos que aprender los veintinueve artículos de las garantías individuales. Que nos exigieron responder de memoria que nuestro sistema de gobierno se conforma de tres poderes autónomos: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. A respetar a nuestra bandera y el significado de sus tres colores: el verde es la esperanza, el blanco la pureza y el rojo la sangre derramada de los héroes que nos dieron patria.

Porque antes de irnos, nos debemos a lo que aprendimos y lo que practicamos con la fe de superarnos y heredar en vida a nuestros semejantes, como lo son los principios y valores patrios para ser libres de prejuicios e injusticias sociales, como la desigualdad de clases, la liberación femenina y lograr la paz predicando con el ejemplo.

Hemos sido testigos de que la corrupción daña gravemente a la sociedad. Es el momento de hacer realidad nuestras aspiraciones sin manipulaciones perversas evitando que sigan los políticos identificados como corruptos y deshonestos en el poder. Porque el poder está en cada voto y cada participación en tu familia y amigos.

Ciudad Juárez necesita reunir a sus hijos nacidos y adoptivos para que le hagan justicia y el honor que merece y que los políticos chihuahuitas y del resto del país nunca entenderán. Tenemos la misma patria, pero somos diferentes. La hospitalidad es lo que nos distingue de los que se han aprovechado de nuestra amistad sincera.

Por eso no debemos permitir que nos vengan a dirigir de otra parte. Tenemos todo lo necesario para triunfar y para eliminar a los traidores, mentirosos y ladrones. Los juarenses somos confiables, porque nuestros antepasados nos enseñaron a cumplir nuestros compromisos y promesas como pactos de honor.  

Ya nos saquearon lo suficiente, como para seguir tolerando los daños visibles e irreversibles que nos han hecho los políticos perversos que han traicionado la cuna que los vio nacer. Menos podemos confiar en los que solo vienen a llevarse a su casa nuestras pertenencias y a destruir la grandeza de su historia eliminando a los mudos testigos en ruinas. ¡Ponte la camiseta de y por Juárez!

Deja un comentario