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Movimientos telúricos

Raúl Ruiz.- Toda esta semana estaré trabajando desde la Ciudad de México. El martes apenas aterricé y Tenochtitlán me recibió con un oscilante fragor desde las profundidades de la Tierra. Dejaré por un tiempo saludable las palomitas con mantequilla, para hartarme de fritangas callejeras. El pretexto fue un viaje de negocios. (Así dicen los gringos).

Y ya instalado, me entero de tantas cosas. De entrada, el BOA, desatado. No puede hacer ningún movimiento el presidente López Obrador o emitir palabra alguna, porque ya le están tundiendo. Y si alguien de su equipo se resbala tantito… magnifican el error y le aderezan un poco con mentiras.

Pero también me entero, que el presidente comienza a enderezar un equipo de respuesta inmediata, cosa que nunca pudieron hacer otros mandatarios latinoamericanos al ser “reblandecidos” por la estrategia de Gene Sharp del Golpe Blando.

Mientras se organiza bien este conglomerado, la ronchita crece bajo el nombre de FRENTE UNITARIO, una insólita alianza entre los partidos de Morena, Verde y PT, los cuales se declaran defensores de la investidura presidencial. Lo que se escucha ahora, es que detrás de esta primera oleada defensiva, vendrán otras fuerzas para repeler las sistemáticas arremetidas del grupo BOA.

El tema es muy claro. BOA intenta desequilibrar al gobierno de López Obrador, diciendo que el país se está yendo al vacío y que no hay oficio político. Solo ellos, los BOA, tienen la solución para que el país recobre su estabilidad. Y la solución para ellos es derrocar su mandato e instalar el suyo, el de siempre.

Y no se lo van a permitir. Es cosa de tiempo empatar los cartones con un equipo de contención, mientras se sigue construyendo la 4T.

En otro orden de ideas, a mis lectores os digo: No puedo dejarles la aldea por un rato, porque surgen movimientos telúricos en la política local. Ya les había platicado de Carmen Almeida, ¿verdad? Quiere la candidatura por Morena para gobernar al Estado Grande de México.

Vino, alzó la mano, les dijo a los morenos: “yo quiero y puedo”. Y se regresó a Monterrey a dejar sus asuntos bien planchados por allá, pero regresará en una semana para generar imagen dentro de su partido.

Me acabo de enterar también, que el doctor Alejandro Díaz comienza a apretar. Se la había pasado replicando notas nacionales e internacionales sobre la pandemia y los estragos del Covid-19 y eso, francamente, no le traía ningún dividendo acuoso para su molino.

Ahora ya hace declaraciones propias. Y la primera fue contundente. El doctor Alejandro Díaz se pronuncia contra el libre tránsito de americanos hacia México, mientras los gringos nos limitan a los mexicanos para su protección.

“La situación infectocontagiosa del Covid-19 es un problema migratorio que pone en desventaja a las fronteras de ambos países, ya que el mismo flujo bilateral de personas en el bordo se contagian de manera natural con el virus y en el caso de los visitantes de El Paso es un alto grado de probabilidad que esparzan el virus en Ciudad Juárez, declaró Alejandro Díaz, médico inmunólogo”.

Y también me pasan el norte, que el gobernador Javier Corral, previendo que se le ahogue el delfín en el Congreso, donde le van a mutilar la intención de reformar la ley electoral para conseguir su propósito perverso, ya aventó al asador a dos piezas más, con tal de taclear el avance de la alcaldesa María Eugenia Campos, en su sprint final rumbo a la candidatura por el Partido Acción Nacional

Uno es Luis Aguilar Lozoya, titular de la Secretaría de Desarrollo Social, quien maneja agenda aparte en medios. Y el otro es el exalcalde de Chihuahua, Carlos Borruel, quien también se mueve por separado en medios, con la venia del gobernador. Ambos ya en el cajón de calentamiento para cualquier eventualidad.

Cruz Pérez Cuéllar, en una semana de golpeteo sistemático contra su compadre, Javier Corral, sigue al frente de las simpatías en las encuestas. Por su parte, Misael Máynez se nota adormilado y a pesar que desde el interior de su búnker comentan que lleva muy aventajado su proyecto, por fuera se percibe demasiado tranquilo.

Mientras tanto, desde Parral, El Caballo Lozoya, los quiere mandar a la carrera por la gubernatura, sin combustible. “Que cada quien pague su campaña” le exige al Instituto Estatal Electoral.

Y finalmente, Teto Murguía… Ensabanado. Todos sabemos que antes de que cante el gallo, Teto tendrá armado su equipo para contender. Sin embargo, no quiere dar esa primicia.

Como podrán ustedes advertir, escucho más cosas desde la capirucha y con más sonoridad, que desde el interior de la aldea.

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