Dr. Arturo Castro.- Existen múltiples causas que explican qué clase de política tenemos hoy en nuestro país. Unas se derivan de cambios sistemáticos que van de la mano de la evolución y crecimiento de la sociedad, otras vienen de las lealtades y traiciones partidarias.
Los partidos políticos se han transformado, aquel liderazgo social ha pasado a un liderazgo de élites y de grupos de interés, algunos tienen dueño y aquellos que continúan siendo democráticos lo hacen desde una dirección caciquil.
Los aciertos, deficiencias y errores a través del tiempo han marcado la política de hoy, las leyes, reglas y costumbres son las mismas de siempre, lo que ha cambiado es que al llegar al poder ciertos políticos lo administran imperialmente.
La gran influencia de los medios de comunicación ha cambiado por las de redes sociales que llega a través de noticias y chismes a cualquier ciudadano sin que lo busque, despertando su interés por lo que pasa en todas partes.
El formato de las campañas electorales animando a la sociedad a participar, siempre ha sido en un marco de polarización de propuestas y acciones, explicando con ello el resultado postelectoral a la hora de ejercer el poder público.
Me parece que también los modelos denominados conservador, neoliberalismo y socialista tienen mucho en común porque las políticas públicas no alcanzan a ofrecer un crecimiento y un desarrollo social en forma integral.
Esto es una mejor educación, empleos bien pagados y una asistencia médica de calidad; por el contrario, gobierna la idea de una descomposición social, una vida urbana llena de baches en muchos sentidos y una corrupción que se ataca sin resultados reales.
Cualquier modelo de gobierno puede ser atractivo si se realiza con eficacia, otorgando bienestar social a la mayoría de la población, aquellos países que tienen uno u otro viven sin contratiempos, sin culpar al pasado ya que es cimiento de lo que se tiene, el gobierno llega al poder porque existe una democracia, si bien es dirigida, democracia es.
La experiencia influye mucho al presente, la política sin pasado no existe. Por ejemplo, de la organización de elecciones gubernamental pasó a serlo por un organismo independiente, ello con las consecuentes dudas por aquellas propuestas de los consejeros del INE por los partidos políticos fuertes.
La economía produce una tendencia política, ya que si hay crisis, existe inflación y con ello descrédito del poder público del momento, esto posibilita que la sociedad no crea en los políticos como principales protagonistas del sistema político.
El entendimiento del pasado revela el presente que se tiene con los efectos consiguientes para la búsqueda de soluciones reales a los problemas sociales de hoy.
