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La Esperanza genera la acción que necesitamos

Daniel Valles.- El más infeliz de todos los hombres es el hombre que no puede decir lo que va a hacer, que no tiene trabajo para él en el mundo, y no entra en él. Porque el trabajo es la gran cura de todas las enfermedades y miserias que acosan a la humanidad, el trabajo honesto que pretendes hacer.

Palabras del célebre Thomas Carlyle, al tomar posesión como rector de Edimburgo, Escocia, el 2 de abril de 1866. Thomas Carlyle fue un ensayista e historiador escocés, además de uno de los principales críticos de su época. Nació en Escocia el 4 de diciembre de 1795 y falleció en Londres el 5 de febrero de 1881.

Tomo como base para este comentario las palabras de Carlyle, porque esta mañana han sido dadas a conocer cifras del empleo en México que son aterradoras en el sentido de la pérdida de empleos que hemos sufrido, solamente en el mes de abril pasado.

IMSS reporta una caída histórica de 555 mil 247 plazas; prevé Concanaco- Servytur que sean 1.5 millones al cierre del año. Solamente en el mes de abril pasado tenemos en el país ese número de hogares que no saben y no pueden decir qué van a hacer hoy. Es una desgracia mayúscula.

La cifra que el IMSS ofrece, es la oficial. Y perdón, pero no hay otros datos que valgan o que puedan ser tomados en cuenta. Si tomo en cuenta que el promedio de personas que dependen de un empleo en un hogar es de cuatro, esto significa que hay más de 2 millones de mexicanos que hoy, no saben qué van a hacer. Esto es patético.

Los datos de abril son el mayor número de pérdida de empleos formales para cualquier mes desde que se tienen datos. Antes, sucedió en diciembre de 2019, cuando se eliminaron más de 380 mil plazas. Entonces no había pandemia por coronavirus, ni nada de eso.

La pérdida es más de nueve veces mayor a la observada en abril de 2009, cuando se decretó como pandemia a la gripe A-H1N1 y cerraron las escuelas en todo el país.

A nivel estatal, 26 entidades perdieron empleos formales en abril y las mayores caídas anuales se registraron en Quintana Roo 18.1%, Baja California Sur 10.8% y Guerrero 6.3%.

Pero amigos, esto no es lo peor. Como decía Raúl Velasco en su programa “Siempre en domingo”, “aún hay más”. Se espera que este mes que transcurre, mayo, la pérdida de empleos sea de la misma magnitud. Es decir, que para dentro de dos semanas se hayan perdido más de 500 mil plazas. Lo que se viene no es nada malo. ¡Es terrible!

Anoche, ya para finalizar la jornada laboral, José Manuel López Campos, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), alertó: “que si no se toman las medidas adecuadas para apoyar a empresas y trabajadores a enfrentar la crisis sanitaria derivada de la pandemia por Covid-19, al finalizar este año se podrían perder hasta un millón 500 mil puestos laborales formales, a los que se sumaría la caída en la misma proporción de los provenientes del sector informal”.

De este tamaño es la catástrofe que tenemos potencialmente frente a nosotros. Y nadie puede decirse sorprendido. Solo por la propia impericia de no haber hecho algo para evitar que el daño sea gravísimo.

López Campos planteó un escenario que por la gran verdad que representa, podría tomarse como una guía para poder capear el temporal que se viene encima.

Insisto, es un temporal, no va a durar toda la vida y seguramente nos vamos a reponer, no tengo duda al respecto, pero no va a suceder si desde la más alta oficina de nuestro país, en lo que se refiere a la conducción política del mismo, se mantiene una actitud que para nada es seria, de hacer como que no pasa nada y alegando que se tienen otros datos.

López Campos muestra la patética realidad: “De esta crisis no va a salir solo ningún sector. Ni solo el Gobierno ni solos los sectores productivos, que incluyen a empresarios y al sector laboral, así como la sociedad civil. Necesitamos todos coparticipar para reactivar la economía del país”, sostuvo en videoconferencia. (La Razón, 13/5/2020)

Amigos, es tiempo de México, es tiempo de nosotros. NO es momento para las ideologías. El país sufre de varias pandemias. La obvia, la del Coronavirus y la de la ideología política.

Para pelear contra la primera, se requiere dejar de un lado la segunda. Nada es más importante que las personas que conformamos el país. Las señales que tenemos frente a nosotros nos muestran que se debe tomar otro rumbo, no el que tenemos enfrente.

El que se ha viciado con las malas decisiones que se han tomado desde Palacio Nacional, al no ofrecer un mejor plan de rescate para los empleos que se pierden y las empresas que se cierran.

En cosa de dos semanas podremos tener a otros dos millones de personas que han perdido la fuente de sus ingresos. ¿Cómo van a comprar los satisfactores que se requieren? ¿Cuánto tiempo podrán sostenerse sin tener que recurrir a la violencia?

¿Será por ello que el Ejército saldrá a ahora a las calles a realizar funciones de seguridad pública? ¿Irá el gobierno federal a responder de acuerdo al tamaño de la crisis que enfrentamos? ¿Iremos nosotros a hacerlo?

Son muchas interrogantes, son muchas preguntas que dejan muchas dudas. Y “para disipar una duda, cualquiera que fuera, se necesita una acción”, decía Thomas Carlyle.

Eso es lo que necesitamos ver de todos los mexicanos. Y lo veremos. Pues con la esperanza de todos se generará la acción conjunta que necesitamos. Ahí pues, El Meollo del Asunto.

Correo: elmeollodelasunto@gmail.com

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