Inicio ASI ES CUANTO Jornada laboral de cuarenta horas, propuesta populista

Jornada laboral de cuarenta horas, propuesta populista

Lic. Maclovio Murillo.- Si al trabajo calificado, arduo, constante, eficiente y eficaz de cada individuo, le adicionamos su justa retribución, esa fórmula se constituiría en el antídoto natural contra la pobreza, pues de esa manera, cada persona trabajadora podría obtener más recursos para satisfacer las  necesidades propias y las de su familia.

Pero para lograr lo anterior, se requiere de la creación de suficientes fuentes de trabajo bien remunerado, así como el  poner a trabajar a todos los que estén en condiciones de hacerlo, pues eso, generará indudablemente un crecimiento económico de todo el país, beneficiándose de esa forma a todos en general, pues entre más individuos tengan recursos, su gasto será mayor y habrá quienes tengan mayores ganancias al venderles sus productos y servicios; y, consecuentemente, se pagarán mayores tributos, los cuales, al aplicarse correctamente por el gobierno, se traducirán en más obras y servicios públicos, así como en bienestar para la comunidad.

No se puede crear riqueza a partir de políticas públicas que ahuyenten la inversión nacional y extranjera, que son las creadoras de fuentes de empleo, como por ejemplo, cuando se proyecta una imagen de gobierno autoritario que no respeta la ley ni a los órganos que imparten justicia, pues nadie en su sano juicio ha de invertir donde en caso de algún litigio, no tiene certeza de que el mismo sea dirimido por un tribunal autónomo, independiente e imparcial.

En países como México, que se encuentran en vías de desarrollo y todavía existen cinturones de extrema pobreza que deben combatirse, constituye un grave error la pretensión de reducir la jornada laboral de cuarenta y ocho a cuarenta horas, pues entre menos se trabaje, menos riqueza será generada.

Un país en desarrollo requiere que -al menos mientras se logra salir de la situación de crisis económica-, su población en condiciones de trabajar, lo haga ardua y esmeradamente.

Hay una sabia frase atribuida al ex presidente de los Estados Unidos de América, Abraham Lincoln, que dice: “El capital es solo el fruto del trabajo y nunca podría haber existido si el trabajo no hubiera existido primero”.

Es claro entonces que, si una nación libre quiere capitalizarse y transitar de la pobreza a la riqueza, su población necesariamente debe trabajar arduamente, pues el capital no llega de otra fuente si no es del arduo, esmerado, eficaz y eficiente trabajo.

Por esos motivos, se considera que en México, la lucha para reivindicar los derechos de la clase trabajadora, no debe centrarse en reducir la jornada laboral, pues eso es auténtica politiquería barata y engañosa, digna del populismo vacío de contenido ético, pues al contrario, para impulsar el verdadero desarrollo individual de cada persona y de la sociedad en general, en todo caso debe impulsarse que -como en países con mayor desarrollo-, el pago del salario no sea determinado por día laborado, sino que de manera más justa, se pague por hora laborada a los trabajadores.

Pero no solo eso, sino aparejado a que el pago sea por hora laborada, también debe procurarse que el pago sea justo, adecuado y suficientemente retributivo, motivándose de esa forma el crecimiento porque indudablemente los integrantes de la clase asalariada se verán incentivados a que, si lo desean, trabajarán más horas y, consecuentemente, producirán más y tendrán mayores ingresos, creándose así un círculo virtuoso que necesariamente impulsará el crecimiento del país.

De esa manera, realizándose las regulaciones adecuadas, si alguien quisiera laborar solo cuarenta horas, se le pagarían esas cuarenta horas conforme tabulador respectivo, pero si alguien quiere laborar más, se le pagará más y así obtendrá mayores recursos y se generará mayor progreso y bienestar.

En conclusión, se considera que la reducción de la jornada laboral es una medida que generaría mayor pobreza, mientras que, en contraposición a esto, la medida de pagar por hora laborada, generaría mayor riqueza para todo el país.

¡Así, es cuanto!