Candelario González Villa.- “Del dicho al hecho hay un largo trecho” y esto aplica a los jilgueros tan comunes entre la clase política mexicana. Llevo tiempo analizando el discurso de Javier Corral Jurado y he llegado a la conclusión de que su perorata es una mala, una pésima copia de los discursos de Benito Musolini, plagados de sofismas, de ataque a los adversarios y de poses egocéntricas.
En su extravío, Corral evade la realidad de su desgobierno y pretende ignorar el fracaso de sus intenciones prometidas al pueblo de Chihuahua durante su campaña electoral, pues una vez posicionado en la gubernatura, se deslindó del pueblo.
Durante el 2016, en este mismo espacio de opinión, participé con un comentario con el título “Un prietito en el arroz”, en el cual describí el inicio de la debacle del gobierno de Javier Corral al nombrar a Gustavo Madero Muñoz como coordinador de Gabinete y, por consiguiente, los nombramientos del gabinete mismo.
Corral es un personaje controversial que ejemplifica a una persona con nulo entendimiento de teoría del Estado, del Derecho Constitucional y de los principios éticos y morales para alcanzar la calidad de político y así abandonar el papel de grillo de plazuela.
Hoy los chihuahuenses nos damos cuenta de la pifia de gobernador que tenemos, que en todas está, menos en su casa. Le importa un soberano bledo nuestro estado y para comprobarlo basta y sobra con ver las condiciones en materia de seguridad, ver el sector salud del estado en franco deterioro, en el desabasto de medicinas y en la falta de médicos de especialidad.
También en el sector educativo y en el sector laboral, los chihuahuenses se encuentran olvidados y Corral no hace más que culpar de todos sus errores al gobierno federal.
Sin embargo, está presto para integrarse al argüende separatista del pacto federal en materia fiscal, pero no va solo, sino que lo acompaña la caterva de desgobernadores de extracción panistoide.
Así, sin más, Corral hace acto de presencia en la reunión del bloquecito separatista, por lo que me pregunto: ¿fue a nivel de ciudadano o bien como gobernador? En el primer caso, debería hacerlo con recursos propios. En el segundo caso, hay que recordarle que el señor gobernador es un empleado de los ciudadanos del estado y por lo tanto, cuenta con un Congreso y debe estar sujeto a sus órdenes.
Debería recordar el señor gobernador que a pulso se ha ganado la repulsa del pueblo de Chihuahua. Por eso, nos vemos en el 2021 y verá hasta dónde lo llevaron sus motivaciones; entonces recordará que la soberbia y el autoritarismo, así como las ansias de poder, son lo más sucio del ser humano.
