Dr. Arturo Castro.- Vamos excelentemente bien, se nos dice acerca del coronavirus por parte del gobierno federal, entramos a la planicie del problema, esto es que estamos en el plano de la curva, dice López-Gattell. Su jefe presidente dice que el 15 de mayo es el pico del contagio, pero el 13 inicia la apertura social.
La sociedad tiene información acumulada de la pandemia para digerirla en los próximos años, cuando esto haya pasado y se siga preguntando qué fue lo que pasó, porque a la fecha sigue el misterio de esta enfermedad mundial, que afecta a todos y que la cuenta regresiva es regional.
El regreso a la normalidad está próximo, razón que no tranquiliza a nadie porque la violencia en las calles no tuvo cuarentena, las acciones continúan en México haciendo compras de insumos médicos como si se estuviera preparando la batalla.
Una batalla que ya tiene una medalla de oro para la sociedad, dijo el presidente López Obrador, una de plata para los médicos y una de bronce para los especialistas; cuando arma sus chascarrillos como que le falta congruencia.
Ahora el presidente quiere dar lecciones al mundo acerca de un cambio en la economía mundial, el conocimiento de los límites de poder está ausente, propone cambios a las organizaciones mundiales para afianzar los proyectos sociales y no los económicos.
Esto es fácil cuando se dispone de un presupuesto, cuando la lucha contra la corrupción está sesgada y no aplica a los miembros de su gabinete, cuando el discurso es bárbaro y sin sustento, eso del pueblo por delante es una mentira porque vive en Palacio Nacional.
Sus ocho lecciones básicas de la pandemia, escritas por alguien cercano pero con firma de su propia autoría, indica que la economía mundial debe dejar de tener intereses neoliberales. Es un experto en ocurrencias y en creer que es el hombre de la historia que vino a transformar no solo a este país, sino al mundo entero.
Las soluciones no se han buscado, solo el simple pero complicado manejo de cifras, las tablas de números son frías, manejadas dice alguien, las redes sociales llenas de fake news ahora son benditas por decreto presidencial. El reporte diario habla de la exitosa campaña para vencer la enfermedad.
Siguen los desalojos de mercados por la policía local, el cierre del mercado de flores de Jamaica este 10 de mayo, continúan comprando sin licitar lo que sea porque hay una justificación mayor. Las camas de hospital para el Covid-19 supera un mil por ciento la demanda.
Es el espectáculo de siempre, López-Gatell dice un día que el 80% de la población está infectada y otro que de cada 100 mil habitantes un 5.4% tiene coronavirus. Este es un ejemplo del engaño mediático que tiene la sociedad para distraer los cambios legislativos que se están haciendo.
La ley Bonilla, el Banco del Bienestar y su ampliación de facultades, la discrecionalidad en el manejo de los recursos en tiempos difíciles y muchas tantas más, el actual gobierno no ve la viga propia sino la paja en el ojo ajeno.
La idea es optar por una transformación desterrando la corrupción de los anteriores gobiernos, ahora solo es una cuestión de negocios en las que el hijo de Manuel Bartlett vende respiradores artificiales al gobierno con precios inflados.
Lo absurdo de hacer de Los Pinos un albergue para médicos y enfermeras, hoy hay 58 pero está programado recibir hasta cien, ello para que estén en mejores condiciones y no tengan grandes tiempos de traslado a su trabajo en la capital del país. Cualquier hotel ofrece esas condiciones, incluso baño propio y no compartido, pero había de darse la nota de que Los Pinos apoyan la lucha contra la epidemia.
Este gobierno no tiene gran diferencia de los anteriores, hace lo que quiere, como quiere y donde quiere; la corrupción y el neoliberalismo, sus enemigos a vencer, estando empapados de ello. Véase que el presidente López Obrador desea buscar al presidente Trump para darle ideas de fortalecimiento social.
Estados Unidos otorgó apoyo a sus ciudadanos, un promedio de 1,200.00 dólares, México ya regala desde antes mucho dinero a adultos mayores, jóvenes preparatorianos, jóvenes de la UNAM, madres solteras, etc. Ahora no va a regalar nada, otorga préstamos de 25,000.00 a pagarse en plazos.
La mañanera es un altar a la egolatría, ha transformado al gobernante en turno, la pleitesía no permite observar un gobierno futuro con una buena toma de decisiones, podríamos estar hablando de la Z a la hora de resolver los problemas que indudablemente nunca lo son para la administración pública actual.
El gobierno piensa y razona hacia una conveniencia personal, lejos de lo institucional, tiene muchos seguidores, gente que piensa y otros que no lo hacen, es increíble la devoción por la ineficacia y el interés desmedido por acumular poder.
La sociedad entiende y no entiende y observa la carroza pasar sin preguntar quién murió, siempre ha sido dominada dando como resultado un pueblo pobre y sin ambiciones, es una cultura heredada de la Conquista, consolidada en la Revolución y zarandeada en la actualidad.
Es un México que busca ser diferente sin proponerse cómo entender una X como Y. El desgano como cultura impera como siempre.