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Educa tu comunicación

Nutola Vida.- Educar el lenguaje desde la crianza ha sido un factor determinante que ha dependido de nuestros familiares. Educar el lenguaje desde la formación académica universitaria ha sido una decisión independiente que favorece aún más cómo nos expresamos con el otro que es nuestro prójimo. Y por último la educación del lenguaje a partir de una autoformación debe ser una tarea constante que a veces dejamos de lado. Soltar para aprender, aprender a desaprender es una función trascendental que le da un mejor ángulo a la comunicación. 

¿Te has tomado el tiempo de escuchar tu comunicación? ¿Cómo te expresas con tu madre? ¿Y tú, cómo te expresas con tu hijo? ¿Tu jefe qué tal se relaciona contigo? ¿Le hablas con mucho respeto a tu esposa?

El ser parte de este mundo implica una relación auténtica y directa con los diferentes círculos sociales. Para cumplir con cada uno de nuestros personajes familiares (madre, hijo, hermano, abuelo, etc.) y con los personajes sociales externos como compañero, amigo y vecino, entre muchos más, se debe educar día a día el abecedario que utilizamos. Les compartiré cuatro focos principales para que eduques con calidad tu comunicación.

  1. Observación: centrarse en el comportamiento del otro hacia uno mismo es ser prudente, y al tiempo consciente de atender lo que se debe decir y lo que es mejor reservar.
  2. Análisis: equilibrar y moldear el trato como emisor y el trato como receptor es tener sabiduría para modificar tu manera de comunicación.
  3. Comprensión: aceptar que cuando se tiene algún nivel académico es tan necesario ser humilde. El vecino, el vigilante, el panadero, el Rector, el Maestro, el indigente y el taxista, todos involucrados en convivir en esta sociedad, nos exigen consciente e inconscientemente que la comunicación que usamos sea respetuosa, noble o a veces intelectual. Aquí la idea es recordar que antes de tener una profesión nuestro lenguaje era reducido, y ahora que lo seguimos formando debemos ser más conscientes en expresarnos con delicadeza, tacto y altura.
  4. Actuar consciente: con aprendizaje de estar atentos a cumplir desde la observación, la comunicación se transforma positivamente y se vuelve más armoniosa la convivencia con lo hijos, padres y compañeros de trabajo.

Aplicando estos pasos ahora es sano disfrutar de una comunicación que además de haberse educado directamente al relacionarse con el otro con calidad, se obtendrían positivamente mejores relaciones con sus allegados.

Si sabes de qué generación eres, recuerda que tus hijos o padres pertenecen a una generación diferente a la tuya y lo valioso de esta especie humana es que siempre de nuestro prójimo aprenderemos para bien o para mal, además de agregar, que contamos con el compromiso de educar nuestro lenguaje para tener una comunicación más interesante, armoniosa y reflexiva con todo aquel que nos rodea, así que edúcate, porque también estás educando al que vive o trabaja contigo.