Dr. Fernando A. Herrera M.- Que fue José De León Toral, que una conspiración con la madre Conchita, que el propio presidente Calles lo mandó matar o que el General Joaquín Amaro en su ambición por la Presidencia armó el plan para asesinarlo en su restaurante favorito, “La Bombilla”.
Tocaban -dicen- su canción favorita “Limoncito” cuando inició la balacera. Es cierto que León Toral llevaba una credencial falsa como caricaturista, pero hay historiadores que afirman que además tenía escrita una clave para que el militar de guardia lo dejara pasar y que varios estaban involucrados en la conspiración.
Cuando inició la balacera se dice que León Toral pudo haber hecho hasta cuatro disparos, de los nueve que podía tener la Star de 35 mm en su cargador, y eso si estaba lleno, porque cuando lo arrestaron tenía cuatro cartuchos útiles; sin embargo, el médico legista encontró 13 disparos de diferentes calibres que además estaban incrustados en su cuerpo, tanto por enfrente como por detrás y de otros ángulos. Así que además de León Toral algunos más dispararon.
Ahora, en los años posteriores se ha sabido del interés de Estados Unidos por todo lo que pasa en México y hay quienes afirman que hasta propician lo que quieren que pase. En esos días de 1929, había personas -se dice- esperando el resultado del desenlace con el plan contra Obregón, entre ellos estaba Prescott Bush, padre y abuelo de los expresidentes Bush de aquel país.
En esa reunión estaba también un representante de Hitler, Herr Thyssen, que buscaba reunir fondos para el nuevo orden mundial que se tramaba una vez que el Führer asumiera como Canciller en Alemania. ¿Qué interés tenían en matar a Álvaro Obregón? ¿Cuál era el objetivo real? ¿El control del petróleo?
Entre otros asuntos, los allá reunidos, mencionaban la recesión que estaba por llegar y que sería la peor de la historia y que sería de varios años; como lo fue, de 1929 a 1933, todo como parte de un perverso plan que tenía como fin último cambiar el orden de las cosas para que los anglosajones (alemanes, ingleses y norteamericanos), gobernaran y se repartieran el mundo.
Otro hecho curioso que menciona Leopoldo Mendívil López en su libro “Secreto 1929 la consumación”, es que en esa reunión el padre y abuelo de los Bush (Prescott Bush) le regaló la cabeza de Pancho Villa a un reconocido miembro de esa organización ultra secreta, de nombre William Averell Harriman, distinguido deportista en sus tiempos en Yale y que al dársela dijo: refiriéndose a Francisco Villa, pagamos para hacerlo héroe y ahora pagamos 25 mil dlls por su cabeza. Agregó que también tenían ahí la de El Apache Jerónimo.
Por otra parte, en México había persecución contra los católicos y líderes de esta religión en México, por lo que los dirigentes de la Iglesia, en el Vaticano estaban en la preocupación y hacían planes para actuar y entre sus opciones estaba matar a Obregón; por supuesto, todo dio pie a la conocida Guerra Cristera, como parte de un todo, sin que, necesariamente las partes estuvieran enteradas de todo. ¡Cuántas vidas se perdieron por una guerra inexplicable, innecesaria y orquestada por intereses ajenos! Los medios de aquel tiempo aseguraban que la Madre Conchita, en su labor de caridad con los presos en Lecumberri, había reclutado al que sería el asesino de Obregón.
Por otro lado, muchos católicos ayudaban a otros que eran perseguidos, entre ellos, la rica heredera Antonieta Rivas Mercado, quien tenía en los sótanos de su casa una buena cantidad de refugiados perseguidos por su fe. Y vivía a escasos metros de donde velaban a Obregón, por lo que estaba llena de miedo de que fueran a descubrirla con tanto soldado alrededor de la cuadra en que estaba su mansión.
Esta historia pareciera una muy elaborada maraña para ser creíble o una serie de acontecimientos que vivió México y la humanidad que han sido tomados por una mente de escritor novelista que pretende amalgamarlos para convencernos de que todo cuanto ha pasado estaba calculado por mentes siniestras pero inteligentes y que el petróleo de México ha sido nuestra desgracia.
Cierto que Álvaro Obregón fue el más fiel de los soldados de Venustiano Carranza, pero fue también su asesino. Cierto que el Interinato de Adolfo de la Huerta fue apoyado por él y luego por ser amigo de Villa, decidieron matar a ambos. Primero Adolfo De La Huerta y luego Villa en 1923.
Cierto que le dijo a Plutarco Elías Calles cuídame la silla estos cuatro años para luego volver. Creía poder hacerlo porque se creía el verdadero jefe revolucionario. Era el triunfador de las batallas del Bajío que culminaron la revolución, creía ser merecedor de todos los laureles.
Cierto que autorizó a José de Jesús Herrera para armar con ayuda de Joaquín Amaro y Jesús Salas Barraza, diputado en Durango para contratar a Melitón Lozoya y este a los que le ayudaron a matar a Pancho Villa, en venganza por los asesinatos de los hermanos Herrera, Maclovio y Luis, entre otros de esa familia de revolucionarios.
Volviendo al tema: ¿Qué tendrá que ver el petróleo de México en todos los acontecimientos históricos que ha vivido? ¿Quién o quiénes tenían interés en hacerse del control del oro negro mexicano?
Porque históricamente se cree que se ha controlado la extracción del petróleo en México, que nunca fue de grandes cantidades, hasta después del sexenio de Luis Echeverría, quien ocultó los yacimientos descubiertos en su locura como aspirante a líder del tercer mundo y futuro líder de la ONU, así los mexicanos no sabíamos el potencial petrolero de México, pero cuando José López Portillo nos dijo que nos preparáramos para administrar la abundancia le tumbaron los precios del crudo y arruinaron sus planes y de paso nos dieron otra tunda como país.
Desde entonces ningún presidente ha rebasado los topes que fuerzas extranjeras les imponen en la extracción, salvo cuando el precio está por debajo de las expectativas de quienes controlan el combustible en el mundo.
Terquedades
La salida económica más viable pero políticamente incorrecta: reducir personal, sindical y de confianza, fusionar secretarías para reducir funcionarios, reducir el gasto corriente, insumos y viáticos, etc. Lo mismo deberían hacer el Congreso y el Poder Judicial.
Revisar todos los contratos otorgados para prestar servicios al gobierno en todos los ámbitos, muchos de ellos onerosos y poco útiles. Los acuerdos con medios de comunicación, etc., los otros poderes igual. Y extender la recomendación a los municipios.
Subir las cuotas que se pagan a pensiones hasta el porcentaje que le permita prestar los servicios que todos queremos y merecemos. Bajar las cuotas sindicales y el personal adscrito a ese organismo.
Hacer más con menos. No es nada contra nadie, por eso aclaré que es políticamente incorrecta, pero hay ocasiones en que la perinola cae en todos ponen. Y ahora toca que para que Chihuahua salga adelante todos pongamos de nuestra parte.