La cantante Britney Spears solicitó ayer a un tribunal de California que su padre, James Spears, no sea su único tutor legal y que dicha función continúe en manos de la abogada Jodi Montgomery, que asumió el rol hace un año.
Jamie Spears fue nombrado custodio en 2008 después de que la vida de su hija, quien entonces tenía 26 años, se saliera de control, siendo luego hospitalizada para recibir tratamiento psiquiátrico.
Tras retomar su carrera, la cantante de “Toxic” se retiró de un concierto en Las Vegas el año pasado e ingresó brevemente en un centro de salud mental. No ha actuado públicamente desde octubre de 2018 y documentos judiciales afirmaban que era “su deseo declarado no actuar en este momento”.
La prolongada tutela de Britney ha sido cuestionada en la campaña #FreeBritney. Sus seguidores creen que la mantienen prisionera y que la artista envía señales crípticas en sus cuentas de redes sociales, que generalmente consisten en selfies o bailes en casa, para que la liberen.
Los fans celebraron la noticia de su solicitud de destituir a su padre como una victoria y planean una manifestación frente a los tribunales en el centro de Los Ángeles el miércoles.
Spears quiere que el control de sus asuntos sea entregado a la manager de atención Jodi Montgomery, la abogada que fue designada como custodio temporal el año pasado después de que Jamie Spears sufriera problemas de salud, según los documentos judiciales. Por su parte, su padre James Spears desestima la campaña #FreeBritney como una broma.