Inicio Perspectiva Angela Merkel

Angela Merkel

Angela Merkel llega a 4 periodos de gobierno y se dijo (nunca comprobado) que nunca echó culpas a los anteriores gobernantes

Dr. Fernando A. Herrera Martínez.- Ángela Dorothea Merkel nació y creció en la Alemania del Este, en la comunista; sin embargo, logró un doctorado en Física Cuántica, nació en 1954, tiene dos años más que el que escribe y uno menos que AMLO. Desde 2005 a la fecha encabeza el gobierno de Alemania (por supuesto unificada), ha sido reelegida cuatro veces y ya anunció que no iría por un quinto mandato.

En 2003, Merkel, aprovechó la oportunidad política y reprochó al Gobierno de Gerhard Schoder de no haber contribuido a evitar la ilegal y fracasada invasión a Irak, historia repetida en Afganistán, pero más larga y costosa; volviendo al tema, incluso se desmarcó de él y lo acusó de impulsarla al debilitar las represalias contra el Gobierno del líder iraquí, por no aceptar la supervisión de la ONU y los expertos para demostrar la ausencia de armas de destrucción masiva.

Dicho de otro modo: Nunca ha tenido empacho en robar banderas político-sociales que le reditúen políticamente. Actualmente lidera, junto al gobierno francés, la refundación de la Unión Europea, aunque es considerada la líder de facto. Solo ella y la Thatcher han liderado dos veces la Unión Europea y la revista Forbes la nominó en 2020 como la mujer más poderosa del mundo.

De su familia se sabe que su padre era pastor luterano y su madre  profesora de latín e inglés, pero es la primera mujer que ocupa la Cancillería y la primera en gobernar Alemania desde los tiempos de la emperatriz Teofano Skleraina (956-991), y la primera persona de la antigua RDA en acceder a la Cancillería de la Alemania unificada.

En el marco del compromiso asumido por la coalición gubernamental, ante los reclamos del mundo global, Merkel se comprometió a respetar el cierre de las centrales nucleares del país antes de 2020, como había sido decidido por el gobierno anterior.

En otra problemática global y en el contexto de la crisis migratoria, los medios de comunicación le otorgaron el título de Mamá Angela, en referencia a las políticas que adoptó de total solidaridad con los refugiados víctimas de los conflictos en sus países, acogiendo a más de un millón de ellos, sin que Alemania haya tenido mayores problemas para integrarlos en su economía.

En sus pendientes, Merkel cree que la UE no ha conseguido establecer unos intereses comunes sólidos para las guerras comerciales del futuro, aunque la guerra fría entre China y EU ya se adelantó, pero lo que sí ha logrado como acuerdo entre los 27 países de UE es el objetivo comunitario de mantener la paz y la libertad, de ahí que la OTAN esté consolidada.

En relación a su forma de vivir, vestir y ser ama de casa tiene registro ante su pueblo de ser muy austera. Por ejemplo: Sigue siendo una mujer sin atributos, luego de 16 años como canciller, Merkel sigue a rajatabla ese consejo que te gustaría darle impreso en mayúsculas a toda mujer que pretenda dedicarse a la política: nunca digas nada referido a tu cuerpo, a tu sexualidad, a tus hábitos alimentarios, a la educación de tus hijos o de tu pareja.

Excepciones: A veces, muy de tarde en tarde, algunos periodistas que cubren sus rutinas públicas pueden presenciar un detalle de su personalidad que mantiene en privado celosamente. Son momentos en los que dice cosas como: Bueno, seguro que todos queremos irnos a cenar ya, o: Si no se quita, va a salir en la foto, para salirse de las reuniones con los medios o con otros políticos.

También hay mitos sobre ella, como uno publicado por youtubers o facebookeros que buscan seguidores para sumar y cobrar por ser influencers, en Facebook hay posteos con la imagen de la canciller junto a una supuesta declaración suya que indica: “Los presidentes no heredan problemas. Se supone que los conocen de antemano, por eso nos hacemos elegir para gobernar con el propósito de corregirlos, porque culpar a los predecesores es una salida fácil y mediocre”.

Algo más de su vida personal: Está casada con Joachim Sauer, a quien se le apoda el fantasma de la ópera, por su discreta disciplina de nunca acompañarla a sus compromisos y a no dar entrevistas y las que ha concedido son para hablar de música de Wagner o de Química Teórica, su profesión.

Ángela no tiene hijos, solo dos hijastros: Daniel y Adrian. No se sabe mucho de ellos porque allá sí hay vida privada para los políticos. De Ángela no se ha conocido casi nada, salvo que no sabe peinarse, que tiene la misma ropa y raras veces estrena alguna prenda, pero habla inglés y ruso, además de alemán.

Cuando deja sus quehaceres presidenciales, Angela prefiere buscar cobijo y sosiego en su piso del centro de Berlín, junto a su marido y sus dos hijastros, a quienes cocina su plato estrella: “Puré de Papas”.

Siendo de Alemania Oriental, alguna vez dijo: “Celebré la caída del Muro en casa de unos desconocidos con una lata de cerveza”. Aquella mañana de noviembre de 2009, los alemanes se levantaron con esta confesión tan sencilla y peculiar que su canciller había revelado al diario Frankfurter Runschau.

Merkel huye siempre de la ostentación que exhiben otros mandatarios como Berlusconi o Sarkozy. Prefiere cambiar Saint Tropez, destino por antonomasia del jet set, por la isla de La Gomera, a donde ha viajado en tres ocasiones con su marido, aunque también prefiere la discreta residencia campestre de Uckermark, un pueblo rural a casi 100 kilómetros de la capital donde puede dar rienda suelta a su otra gran afición: la lectura.

Si usted nota algún parecido con nuestra realidad, le aseguro que será mera coincidencia.

Artículo anteriorDespués de las marchas pro vida
Artículo siguienteVacunación en México. ¿Cómo vamos?