Jorge Quintana.- Pasadas las elecciones del domingo 6 de junio, con los resultados aún en disputa por los procesos de impugnación, el panorama que se nos presenta no es alentador. Las finanzas del Gobierno estatal en serias dificultades, con nulas perspectivas de mejorar, con hoyos difíciles de colmar, a corto plazo y aunado a esto, con la criminalidad creciendo y la pobreza aumentando. ¡Vaya panorama que se nos presenta a los chihuahuenses para los próximos meses!
En la esfera municipal juarense, también estamos frente a una ciudad con serios problemas de movilidad de sus habitantes, las lluvias, como siempre, sacan a relucir las deficiencias en la administración de los servicios públicos y las carencias de infraestructura pluvial.
Las obras inconclusas del BRT II evidencian la falta de seguimiento, de evaluación del calendario de obras; estamos a pocos meses de que termine la administración estatal cono las obras sin terminar y no hay fecha cierta para su conclusión.
Con este escenario iniciamos el mes de julio, poco optimista se presenta nuestro futuro cercano, pero en fin, hay que tener paciencia y esperar que las nuevas autoridades impriman una dinámica diferente y más acertada en la conducción de los gobiernos municipal y estatal.
Por lo pronto, el presidente de la República no deja de hacer campaña, no deja de golpear a sus adversarios y no ceja en el empeño de ridiculizar a quienes no pensamos como él. Total, después de tres años, no se hace presente la cuarta trasformación de la República, solo estruendosos programas y anuncios, que solamente han traído más crímenes, más inseguridad, más pobreza, mayor marginación, pero esto no es visualizado por el titular del Ejecutivo federal, quien sigue viviendo en su mundo irreal, con sus propios datos y envuelto en su soberbia.
El número de homicidios dolosos en estos tres años de Gobierno morenista, ha rebasado a todos los sexenios anteriores, el doble de homicidios dolosos de los seis años del anterior presidente, ahora más de ochenta mil y seguimos presenciando a un presidente que solo mira de soslayo a los cárteles del crimen, cree que ignorándolos se van a terminar.
En su tercer informe del día de ayer, se vanagloria de los triunfos de su partido, perdón, de su movimiento y vuelve a destacar sus obras inútiles y faraónicas, sus subsidios sin evaluación y su terquedad en la visión de un país totalmente diferente al que vivimos diariamente los mexicanos.
La crisis en el sistema educativo y en el científico es de tal magnitud, que el presidente mejor no habló de ellos, no hubo avances de importancia, así, de ese tamaño considera la educación y la ciencia el señor López.
Con este panorama iniciamos el mes de julio, sin duda, nada alentador, que los próximos tres años de gobierno morenista, sean, al menos, un poco sensatos en el diseño de las políticas públicas y en la operación económica del sistema financiero nacional, de no ser así, nada bueno nos espera.