Inicio Perspectiva 340 mil millones de pesos a la basura por capricho

340 mil millones de pesos a la basura por capricho

Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- Cumplir una promesa de campaña costará a México su escaso equilibrio económico, en términos de economía país (macroeconomía) y en términos de economía familiar (microeconomía). No cobrar el Impuesto sobre productos y servicios (IEPS) de 5.50 pesos por litro, es un detonador para tronar las arcas de la secretaría de Hacienda y encima de eso, agregar desde 2.1 pesos por litro vía subsidio para sostener los precios de la gasolina y el diésel es un suicidio económico, porque puede seguir subiendo ese subsidio directo aunado al IEPS hasta 7 pesos por litro. Se dice que ese tipo de ayuda a los combustibles es un error garrafal porque de cada litro de combustible con subsidio, que son como 7.60 pesos hoy y podrían llegar a ser hasta 15 pesos por litro, entre IEPS Y los potenciales 7 de subsidio por litro que se estarían agregando, a los más humildes llegaría un peso, sólo un peso de beneficio para los ciudadanos del último decil (coeficiente de diferenciación de los ingresos de la población); es decir, los más pobres y el resto entre los deciles que menos lo necesitan, así que sólo ayuda, en realidad, al primer decil, el de los ricos, que se llevarían poco más de 25 pesos de cada 30. Los otros cuatro a la clase media.

La verdad es que esta decisión es totalmente contraria al espíritu (equivocado, por cierto) de los programas sociales creados por AMLO. Por que en sus programas sociales entrega directo y llega a los que él quiere, que en el caso actual, no sucede así. Si realmente quiere ayudar a los más pobres de los últimos 3 deciles debería enviar directo a cada familia un subsidio (tipo Estados Unidos durante la pandemia, que enviaron cheques 3 veces a cada ciudadano como ayuda) en lugar de continuar con esta estupidez, nomás por su palabra de no a los gasolinazos. 

Un ejemplo del costo: La cancelación de las escuelas de tiempo completo; todo su presupuesto destinado para  este año, alcanzará para sólo 10 días de ayuda a los precios de la gasolina y el diésel. Estamos hablando de que sostener artificialmente el precio de los combustibles como lo están haciendo, si fuera todo el año, costará 340 mil millones de pesos. Cifra que se corresponde con el presupuesto total del IMSS para el país todo un año. Hablemos de la economía familiar, si se dejan subir los precios de los combustibles habrá inflación, sí, pero para eso sería la ayuda directa en efectivo a los tres últimos deciles, que costaría 10 veces menos que lo que están haciendo. Los demás podríamos salir adelante, claro, no sin problemas. Ahora bien, otro gallo nos cantaría si Pemex Produjera los 2,800, 000 mbd de antes por qué los precios del petróleo son altos y podrían compensar esta locura, pero AMLO decidió producir menos del 2 millones que por no hay derecho a quitar esa riqueza a las futuras generaciones, dejando de lado, no se entiende porqué, que los combustibles fósiles van de salida y vienen en el mediano plazo, puros transportes, máquinas y equipos de uso eléctrico. Así que las finanzas del país caerán en déficit este año, y si el conflicto bélico no se soluciona pronto, este mismo año andáremos pidiendo préstamos por todos lados o cancelando más programas. Por otro lado, los pobres seguirán más pobres y serán cada vez más y más cada año. Estamos yendo directo a un problema de dimensiones enormes y de consecuencias jamás vividas en el país. Pero el señor dijo que con él no habría gasolinazos aunque se lleve la tiznada al país y de pasada a nosotros. Lo más importante es estar pendientes de que esta tontería no sea sólo hasta el 10 de abril, y después de la votación lo quiten. O hasta las elecciones de junio y ganar votos y luego dejarnos a la deriva.

Terquedades 

AMLO no escucha, no ve, y si le insisten se molesta. Ramírez De La O debe estar muy preocupado pero no puede hacer ni decir nada, y sabe que su prestigio se está yendo al caño de la historia.

Los demás no tienen opinión, hacen lo que dice el jefe y viven sin preocupación, y si tienen algún prurito se rascan a escondidas.

La resilencia de los mexicanos está presente en algunos sectores, pero tenemos, todavía, muchos grupos sociales que carecen de ese orgullo de pertenencia como mexicanos y no entienden que cada uno debemos hacer nuestra parte. 

La consecuencia de no convertirnos en una sociedad responsable es continuar con gobiernos que nos fallan una y otra vez. También seguiremos a la espera de caudillos o mesías, sin saber que cada uno tenemos dentro de nosotros a uno de esos, o los dos, y qué hay que sacarlos para hacer cada quien nuestra parte. Sólo así seremos capaces de tener mejores gobiernos.

Además denuncio que en todas las dependencias públicas de los tres órdenes de gobierno hay discriminación para los humildes, mal vestidos, o ciudadanos que no se bañan a diario y que llegan a esas oficinas a pedir ayuda y cualquier empleado se siente con la autoridad para deshacerse de ellos y traerlos a vueltas cada semana hasta que ya no vuelven. Qué piden? Por lo general: una despensa, una consulta o surtir una receta. Nada consiguen.