WASHINGTON- El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud calificó como pandemia la enfermedad COVID-19 causada por el coronavirus SARS-CoV-2 detectado a finales de 2019 en China.
Al cabo de un año, la situación con la pandemia a nivel global sigue siendo alarmante, varios países de Europa Occidental afrontan un nuevo brote del coronavirus, lo que obliga a las autoridades a endurecer las medidas de restricción. Lo mismo se puede decir de varios países suramericanos, como, por ejemplo, Brasil.
Un total de más de 117 millones de los casos del COVID-19 fueron registrados en el mundo durante los últimos 12 meses, la enfermedad causó más de 2 millones 604 mil muertes, al tiempo que casi 66,5 millones de personas superaron el contagio y se recuperaron.
Rusia figura entre los países que muestran la mayor eficacia en la lucha contra COVID-19.
Esto obedece a las medidas oportunas que aprobó el Gobierno aún en la primera fase de la pandemia y la vacunación de la población que ha adquirido un caracter masivo.
Las mascarillas y el uso de guantes en lugares públicos son medidas importantes para prevenir la propagación de la infección por coronavirus y, por ello, siguen vigentes en muchas regiones de Rusia.
A la vez, la vacunación que está ganando ritmo y la disminución gradual de la morbilidad permiten pensar en una posible exclusión futura de una de esas restricciones, en particular, el uso obligatorio de guantes, admite el infectóologo ruso Serguéi Voznesenski.
La vacuna rusa Sputnik V, registrada en Rusia el 11 de agosto pasado, se hace cada vez más popular y demandada en el mundo. El número de los países donde Sputnik V fue registrada oficialmente asciende ya a 48 tras la autorización oficial de su uso en Marruecos.
Arabia Saudí puede convertirse en un país más donde será posible lanzar la producción de la vacuna rusa Sputnik V, comunicó el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, durante su visita al país árabe.
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