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¿Son lo mismo todos los partidos?

Marcos Barraza Urquidi.- Cuentan que cierto día un meteorólogo le pidió prestado a su hijo un analizador de partículas y se lo llevó al aeropuerto donde trabajaba; llegó un piloto a preguntarle la dirección y velocidad del viento, el meteorólogo apuntó el equipo a una partícula del viento y orgulloso exclamó velocidad 120.2345 Km/hora dirección noroeste. El piloto vio la manga de viento que estaba a un lado de la pista y contestó: creo que tu aparato no sirve, la manga apunta al sur y el viento no debe pasar los 20 kilómetros por hora.

El aparato no estaba mal, la partícula sí iba en esa dirección y si hubiera hecho un millón de mediciones todas las partículas irían en diferentes direcciones y a diferente velocidad, pero si hubiera sacado un promedio estaría muy cerca de la apreciación del piloto.

Lo mismo pasa en las comunidades de personas. El comportamiento de una persona no puede definir el comportamiento de la población o del grupo, es importante hacer un muestreo representativo para poder calificar a una población.

En el caso de los partidos es importante conocer su ideología y su comportamiento histórico, hoy los estudiosos del tema han generado una cantidad de indicadores de desempeño que nos pueden dar un estimado de cómo se comportarán cada uno de los candidatos al llegar al poder.

Si la elección se basa en la apariencia del candidato nos llevaremos un chasco. ¿Se acuerdan del galán de Peña Nieto? Muchas mujeres se dejaron seducir por el encanto del hombre y votaron a ciegas, si hubieran ido a ver los índices de desempeño de su partido hubieran podido predecir qué pasaría con su administración.

¿Cómo han sido los índices de desempeño de los gobernantes en México, en los últimos 100 años? Vamos a ver cómo se comportaron los presidentes en los temas de economía, salud, vivienda y libertades

SI introducimos ahora la mejora de los índices, esto es, cómo toma el país y cómo lo deja, vemos que el ranchero enamorado alias Vicente Fox se lleva de calle a todos los presidentes.

Chente, como le dicen sus cuates, recibió el país en bancarrota, el error de diciembre o el saqueo de Salinas, como quiera llamarlo, hundieron al país, las reservas se fueron a cero, el desempleo mayúsculo, las tasas de interés subieron a tal grado que miles de mexicanos perdieron sus casas.

Las tasas de interés que dio el gobierno de Zedillo para capitalizarse hicieron un boquete enorme en el sistema bancario que quebraron a los bancos y tuvo que “rescatarlos” con el famoso y controvertido Fobaproa. La salud se estancó lo mismo que la inversión; las tasas y las UDI descapitalizaron a las empresas y los particulares perdieron sus casas y bienes.

Casi la mitad del presupuesto era para pagar el servicio de la deuda, Zedillo había contratado los bonos Brady a tasas por encima del 38% cuando las deudas soberanas andaban por el 4%. Fox renegoció la deuda y disminuyó sensiblemente el pago de intereses.

Nombró a sus secretarios de estado y a los funcionarios de alto nivel a través de Head Hunters, especialista en personal, para contratar a los mejores, algunos de sus secretarios ni los conocía. La disciplina fiscal y los buenos manejos dan resultados, bajan las tasas de intereses, baja la inflación, se reduce la deuda pública.

Aquí salta la izquierda, con la cara al sol se sacan las tripas mientras gritan: “mejoró la macroeconomía, pero hundió la micro”. Nada más falso, siete millones de familias pudieron comprar su casa a tasas de interés bajas y fijas, lo que con el tiempo redundó en pagos más bajos y la conservación de su patrimonio.

En la parte de salud creó el Seguro Popular, con el que por primera vez en la historia de México hubo una cobertura total en servicios de salud con la mejor calidad que se haya dado en México, sistema de salud reconocido mundialmente.

En cuanto a instituciones democráticas se fundaron la mayor parte de las instituciones democráticas con las que hoy contamos y que cierto nefasto individuo está destruyendo.

Con los gobiernos estatales sucede los mismo. Baja California, gobernado por el PAN, pasó de ser un estado retrasado en todos los niveles a ser uno de los mejores de México. Querétaro, Aguascalientes y Guanajuato son ejemplos vivos de lo que ha hecho Acción Nacional en el país.

Ahora veamos lo que han hecho los partidos de izquierda. Cuando el PRD ganó en Acapulco, la violencia se disparó y Acapulco dejó de ser lo que era antes, hoy lo vemos muy lejos de lo que fue antes de que la izquierda tomara el puerto y lo mismo aplica a muchos otros lugares donde ha caído la “plaga roja”.

Actualmente vemos a la izquierda en el poder y la economía está en su nivel más bajo de la historia, los servicios de salud colapsados, las instituciones democráticas desaparecidas, el aparato burocrático colapsado, pero es que López “quiere mucho a los pobres y sigue el evangelio de ayudar a los pobres”, lo cual es falso totalmente: Cristo jamás dijo “quítale el dinero a los que trabajan para comprar elecciones”.

López ha incrementado la pobreza que llega a máximos históricos, violando las leyes, está comprando voluntades, regalando dinero en forma opaca, enriqueciendo brutalmente a sus ayudantes y correligionarios que dan centavos a la gente y se quedan con pesos.

Me comentaba un albañil que le hicieron firmar por un crédito a la palabra por 50,000 pesos y le dieron 3,000 asegurándole que el crédito nunca se lo cobrarían y que le llegaría una ayuda mensual a él y a su esposa, dinero que le han quitado a infraestructura, salud y educación.

Este 2021 no vamos a votar por candidatos sino por sistemas, el partido perfecto no se presentará; tendrá a Morena y sus aliados y al PAN, dos destinos diferentes para el país, la dictadura descarnada o la democracia imperfecta, no hay otra sopa en la mesa.

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