Inicio DESDE AQUÍ Sheinbaum: Ahora sugiere que la oposición pida perdón

Sheinbaum: Ahora sugiere que la oposición pida perdón

Alejandro Zapata Perogordo.- En un momento en que es verdaderamente importante la unidad nacional, pues resulta hacer un frente común no solamente por las implicaciones de los pausados aranceles impuestos por Trump, sino además por el clima de violencia que sigue prevaleciendo en el país, Sheinbaum sigue impulsando el rencor y la división.

En ese contexto, convocó a una reunión masiva en el Zócalo de la Ciudad de México, para dar a conocer las reacciones del gobierno mexicano frente a las medidas tomadas por el vecino del norte; sin embargo, cuando se anunció que entrarían en vigor hasta el 2 de abril, decidió que el evento fuese un festejo.

No obstante, no existe motivo para festejar. El hecho de que las cargas tributarias se hayan dejado en pausa dándonos el mismo tratamiento que a Canadá, no implica un triunfo de México, sino una decisión unilateral del presidente norteamericano, dejando latente la amenaza.

Además, la cita a ese evento, prácticamente se hizo con tintes partidistas excluyendo a quienes no comulgan con la presente administración, poniendo de antemano una barrera contradictoria con los afanes de unidad nacional; de hecho, su mensaje vuelve a ser de confrontación y, por ende, propicia la fragmentación.

Lo lógico hubiera sido enviar un mensaje en cadena nacional a todos los mexicanos, donde abordara de manera objetiva los grandes problemas de la nación, tanto para obtener respaldo, como para fijar posturas congruentes y efectivas, sumando los esfuerzos ciudadanos más allá de las preferencias partidistas.

A estas alturas del partido resulta increíble que todavía sigan responsabilizando al pasado, cuando ha sido durante el periodo de la cuarta transformación cuando surgieron y se agudizaron las dificultades que ahora enfrentamos. Los errores, la negligencia y complicidad se han visto de manera patente en los últimos años.

Sobre el particular aspecto, existen muchos casos paradigmáticos, el más reciente se localiza en Teuchitlán, Jalisco, donde fue localizado un campo de exterminio, con todo y crematorios, un verdadero drama que lastima profundamente al humanismo que dicen profesar y defender.

En estos puntos es pertinente hacer un llamado a la reflexión, pues surgen muchas interrogantes: ¿quién dejó crecer y avanzar la delincuencia organizada?, ¿en qué periodo hubo más cantidad de homicidios y ejecuciones?, ¿en qué administración han existido más desapariciones forzadas?, ¿en qué gobierno hubo el mayor número de mentiras? y muchas otras similares, incluyendo la corrupción como sello del gobierno.

Entonces, nos cuestionamos, ¿Quién debe pedir perdón? No hemos sido los mexicanos quienes hicimos enojar al gobierno norteamericano, como tampoco los que dejamos crecer la violencia, fue el régimen el que no atendió sus responsabilidades y, por lo mismo, nos dejó abandonados y a nuestra suerte.

El culpar a la oposición que desde hace tiempo no hace contrapeso, es una justificación, un pretexto para ocultar sus desvaríos. Es simplemente eludir su propia responsabilidad y evadir las consecuencias de su negligencia.

Esas actitudes han conducido a crear una crisis en el país, lo que se les advirtió con mucha anticipación, causando un gran daño a la nación, así las cosas, me pregunto: ¿Quién debe pedir perdón?