MÉXICO- Analistas privados rebajaron el pronóstico de la economía de México para 2020 a una caída del 7,10 por ciento desde el descenso de 3,50 por ciento previsto en marzo, mostró un sondeo elaborado por el central Banco de México (Banxico).
Se trata de la segunda estimación del Producto Interno Bruto (PIB) entre los expertos después de que el pasado 28 de febrero México reportara su primer caso positivo de la enfermedad del nuevo Coronavirus, lo que obligó a la paralización de actividades económicas consideradas no esenciales.
Para el 2021, los analistas estiman un crecimiento del PIB mexicano del 2,20 por ciento, mayor que el 1,70 por ciento previsto, según el sondeo realizado por el Banxico entre el 23 y el 29 de abril.
La economía mexicana, la segunda mayor de América Latina después de Brasil, se contrajo un 0,1 por ciento en 2019, su primera caída en una década.
Los pronósticos para la economía de México para 2020 se han venido deteriorando con rapidez hacia su peor contracción en 10 años, ante el escenario desfavorable que plantea la COVID-19 en las actividades industriales y de servicios.
En lo que respecta a la inflación, el sondeo de Banxico mostró una moderación para el indicador entre las expectativas de los analistas, a un 2,90 por ciento para el cierre del año, desde el 3,64 por ciento, de acuerdo con la mediana de 38 grupos de análisis y consultoría económica.
Para el final del 2021, los expertos ajustaron a 3,50 por ciento su pronóstico para la inflación, estable contra el 3,51 por ciento anterior.
México terminó el 2019 con una inflación del 2,83 por ciento, su menor nivel desde finales de 2016 y el segundo más bajo para el cierre de un año desde que se tiene registro.
La entidad monetaria tiene un objetivo de inflación del 3,0 por ciento, con un diferencial de un punto porcentual arriba y abajo de esa cifra.
En cuanto al peso mexicano, los expertos consultados por Banxico proyectan una paridad cambiaria de 23,05 unidades por dólar estadounidense al final del año, mayor que los 21,95 pesos estimados en la consulta de marzo.
La moneda mexicana registró durante marzo y abril uno de sus periodos más volátiles desde que opera el régimen de libre flotación, a mediados de la década de 1990, por el nerviosismo global derivado de los temores en el mercado petrolero y a la eventual desaceleración de la economía mundial a causa de la propagación de la Covid-19.
Xinhua