Raúl Ruiz.- Era lógico que el mejor posicionado en la encuesta morenaza, fuera, Juan Carlos Loera de la Rosa.
Su cargo público como superdelegado, lo posicionó sin mayor problema. Fueron dos años de precampaña. Veintitrés vueltas a todo el estado.
Entregando de mano propia el dinero que la federación le trajo a la clase más desprotegida; y obvio, con la intención de hacer imagen.
No me vayan a salir conque he dado el bandazo hacia el precandidato triunfador. El análisis tiene sustento científico. Lo dicta la ciencia de la prospectiva.
Quizás como persona no les guste a muchos. Pero en el ejercicio del poder, la fuerza política no se pulsa con el impulso de los riñones.
Loera ya es el candidato y en torno a él se construirá el apoyo moreno o la estrategia contra su proyecto, por parte de sus adversarios.
La salida caprichosa del senador Cruz Pérez Cuéllar de la sesión donde se daba a conocer el ganador de la encuesta, y las reacciones inmediatas por parte de sus simpatizantes, hacen pensar que así como lo hizo con el PAN, se llevará el poco, regular o mucho capital político a otro lado.
¿Retornará a MC? Lo está pensando. También está pensando impugnar la encuesta. Y buscará a Dowell y sus 500 abogados para revertirla. Ja. (El sarcasmo es cortesía de la casa).
Otras reacciones fueron de los panistas. Concretamente los que apoyan a Maru Campos. Ante la designación de Loera, la dan por ganadora. Sin más soporte que sus deseos más profundos. ¡Ya ganamos! Anuncian.
Hasta los priistas dan por ganador a Teto Murguía, simplemente porque Loera fue designado candidato por MORENA, y eso que el PRI aún no decide por un candidato.
Teto ya prepara equipaje para viajar con Redes Sociales Progresistas, por si le dan con la puerta en las narices los del tricolor.
Los parralenses del pastizal naranja, aseguran que Morena sólo podría llevarse 15 mil de 250 mil votos que ya tiene amarrados el Caballo en la región sur y la región serrana, donde el corcel trae ya tratos muy cerrados. Aquí comienza todo nuevamente.
El fin de semana anterior, las encuestas nacionales daban empate técnico al PAN con Maru Campos, y a Morena, con Cruz Pérez Cuéllar.
Pero ahora que Juan Carlos Loera es el candidato, tendrá que hacerse otra medición; con la propia Maru Campos, o con Gustavo Madero, por si Javier Corral termina haciendo la travesura.
Como ustedes podrán advertir, los escenarios cambian en cosa de un minuto. Así que, anticipar una derrota para la cuarta transformación en Chihuahua, sólo porque a algunos les parece que los morenos escogieron al rival más débil, es incorrecto.
Yo digo que, al menos que todos los participantes adversarios a Morena juntaran sus canicas, podrían cantar victoria. Pero con tanto candidato, la fuerza electoral se atomiza y el que consiga más voluntades, ganará.