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Milei: ¿loco o genio?

Marcos Barraza Urquidi.- Hoy los medios de casi todo el mundo están hablando de Milei y siendo los medios en general de izquierda, lo que hablan es mal, exagerando e inventando sus defectos.

Sin embargo, para quienes no simpatizan con la izquierda, Milei es la esperanza de un mundo mejor.

¿Quién es Milei?

Milei es un economista con dos maestrías y un doctorado en Economía. De joven fue jugador de futbol y participó en un grupo de rock. Fue maestro universitario y asesor de grandes empresas.

Empezó a debatir en los medios en un ataque frontal a las teorías económicas socialistas, caracterizándose por su agresividad y desacreditación de sus oponentes, a los que en ocasiones llamaba burros y fue expulsado de algunos programas.

Los productores de televisión empezaron a llamarlo porque aumentaba el rating. Con su melena despeinada, su temperamento colérico y sus impresionantes conocimientos de economía, despedazaba a sus rivales.

En una Argentina con 100 años de tradición socialista, declararse liberal era un pecado, pero, además, el socialismo del siglo XXI, caracterizado por un rabioso feminismo, culto a la homosexualidad, destrucción de las empresas, etc., encontró en Argentina tierra fértil para todas sus perversidades.

A diferencia de otras latitudes donde solamente se lamentan de los efectos del socialismo, algunos argentinos se lanzaron a dar una batalla cultural atacando las bases y los grandes dogmas del socialismo. Aparece un joven filósofo que descubre las intrigantes redes de la ideología de género y la empieza a exponer en redes y es vetado en Argentina, pero aceptado en redes donde logra millones de seguidores.

Aparece Agustín Laje, considerado como el séptimo divulgador o influencer más importante del mundo y de igual manera su compañero de equipo, Nicolás Márquez, que recorren el mundo con su libro “El libro de la nueva izquierda”. Aparecen en redes también Emmanuel Danann, con una ridiculización argumentada de la ideología de género y con él varios influencers se lanzan a la batalla cultural.

Cristina Fernández de Kitchner reta a Milei a que forme un partido y cambie a Argentina. Milei le toma la palabra y dos años después de formado el partido “La libertad avanza”, gana la presidencia del país apoyado mayoritariamente por jóvenes hartos del socialismo empobrecedor ante la mirada estupefacta de una izquierda depredadora y ladrona.

Milei se atreve a denunciar a la llamada “justicia social” como un robo y una gran injusticia, lo hace con un énfasis inusitado, les grita a sus detractores: “¿Estás de acuerdo con el robo?” porque la “justicia social” no es justicia porque no trata a todos por igual, es robarte tus ingresos para darlos a quienes ellos quieren, quedándose con la mayor parte y empobreciendo al país.

Milei se declara liberal y anarcocapitalista, denosta la participación del Estado en la vida del ciudadano, ”menos estado y más sociedad”  en un país donde la regulación ahoga a la sociedad y evita la formación de empresas y las relaciones entre particulares.

Al subir al poder ha cumplido sus promesas de campaña y envía un decreto anti regulatorio, el DNU, sin precedentes y manda al congreso modificaciones de ley en una propuesta llamada ómnibus que va en el mismo sentido.

Argentina está al borde de la hiperinflación y a pesar de que produce alimentos para 400 millones de seres, el 40% de la población está en la pobreza y 10% en la indigencia, más del 60 % de los niños padecen de hambre.

Antes de que tomara posesión, la izquierda y la mayor parte de los medios lo acusaban de todos los males de Argentina, que curiosamente habían hecho los izquierdosos y ya organizaban manifestaciones o piquetes -como ellos le llaman- en contra de su gobierno.

En la primera semana de su gobierno llamaron a una manifestación en la que amenazaban con cerrar las vialidades y poner 50,000 piqueteros a parar el país. Milei anunció que aquellos que cerraran las vías de comunicación no cobrarían el apoyo gubernamental y que los líderes pagarían el costo de las maniobras policiacas para mantener las vías libres. El resultado fue que solo acudieron 3,000 personas y se manifestaron en la acera, ante una vigilancia policiaca nunca vista.

El dólar libre estaba a mil pesos por dólar, pero el dólar oficial a 300; esto es, el gobierno compraba los dólares a 1,000 y se los vendía a sus amigos a 300 para que importaran y a los exportadores se los pagaba a 300 y además se les cobraba el 70% de impuestos a la exportación. Milei pone el dólar oficial a 800 y libera las importaciones. Todo mundo puede importar, no solamente los amigos del gobierno. Los izquierdosos se rasgan las vestiduras y hablan de macro devaluación, pero el dólar oficial baja, reduciendo la brecha cambiaria como nunca.

En la primera semana las reservas internacionales pasan de negativo a positivo, el riesgo país disminuye y la bolsa sube, los bonos argentinos se revalúan.

Milei anunció tiempos muy duros para Argentina antes de volver a la senda del progreso y crecimiento y la mayor parte de la población, el 62% lo aprueban. La izquierda ladrona y asesina lo embiste en los medios internacionales porque están perdiendo sus jugosos negocios en Argentina.

Un periodista le preguntó a Milei qué opinaba de que le dijeran “Loco”. Riéndose contestó: “la diferencia entre un loco y un genio son los resultados, así que el tiempo dirá si soy un loco”.

La situación en Argentina es grave, el comunismo internacional no está dispuesto a perder este país y ha mandado agentes cubanos y venezolanos a desestabilizar el país, pero por lo que se ha visto en estas tres semanas, Milei está más cerca de la genialidad que de la locura y parece haber esperanza para Argentina. El tiempo lo dirá.