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México: Te extraño, tú no eres así. Vuelve

Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- A veces es muy difícil escribir sobre las cosas cotidianas de la vida. Hoy son muy diferentes nuestros días; la desgracia o necesidad de saber cosas diferentes a las de mi primera media vida, del día a día de nuestros padres, etc… Todo se trastornó, cambió para mal y peor, la nostalgia de dormir sin candados, ir a pie a la escuela, caminar sin miedo, ir y venir por doquier libres, alguna multa o mordida, mal, muy mal, pero nada mayor, como ahora es cuasi normal:

Contar la cantidad de muertes violentas, dolosas, la cantidad de mujeres desaparecidas, las que han sido víctimas de feminicidio, el trasiego de drogas, el tráfico de dinero sucio en las campañas, la corrupción, la trata de blancas y, ahora de médicos cubanos, los otros datos, etcétera.

Es una lista interminable de problemas que vive nuestro país y en los que nuestros gobernantes elegidos por el voto ciudadano arriban al poder y sus preocupaciones por esos problemas cotidianos desaparece. Sus prioridades cambian, sus intereses prevalecen y sus caprichos se convierten en la inversión pública de los mexicanos.

Es muy, muy difícil quedarse viendo cómo pasa el tiempo y todo empeora, todo se acrecienta y nadie hacemos nada por nadie, ni por nosotros mismos. Veo las encuestas levantadas en los seis estados que en nueve días tendrán elecciones y me doy cuenta, o percibo, que todos, bueno, la mayoría sigue (equivocados) pensando que tenemos la autoridad correcta y que votarán por ellos para ganar la mitad o más de esos seis estados.

En el porvenir veo que las elecciones del 2024 podrían ser una repetición de las del 2018. ¡Siento pena, agravio, decepción, desesperación y hartazgo de todo lo que ocurre en mi país y no poder hacer nada, nada! Solo escribir unas líneas y publicarlas para unas cuantas personas que, además de hacerme el favor de leerlas, me dicen que no escriba, que no sirve de nada y que algo podría pasar; cierto que mueren más personas por día que los lectores que pudiera tener.

No alcanzo a entender si estoy mal de la cabeza o si solo soy un tipo jubilado que al no tener nada mejor que hacer, observo todo a mi alrededor y nada me gusta, todo está al revés y nada como debería ser. Leo declaraciones de la directora de la DEA que acusa a nuestro país de ser un narco estado y de que hay un candidato a gobernador a punto de ganar las elecciones acusado de recibir millones de dólares a través de uno de sus hijos y con ellos varios alcaldes de aquel estado.

Escucho a mi presidente de la República decir que debe respetar los derechos de los criminales porque ellos también son seres humanos y no lo comprendo, no lo asimilo; siento que mal interpreto sus palabras, que quiso decir otra cosa, pero al día siguiente lo reitera y lo sigue diciendo cada vez que se lo preguntan.

¡Luego leo que en EU la misma directora de la DEA acusa que las tres campañas de nuestro presidente fueron financiadas por “el Chapo” y no lo creo, no puede ser, no es posible! Pero no hay nada que pueda hacer para saber la verdad. Solamente me quedo asombrado, como si fuera una persona sin razón ni sentidos.

En el café platico con mis amigos y otras personas que defienden con fuerza y vehemencia al presidente y me acusan de ser parte de los depredadores del pasado, que sé y entiendo que los hubo, y muchos, que se llevaron cuanto pudieron, y que eso es lo que llevó a la gente a meterse en la cabeza una promesa de cambio que ha resultado una falacia, una utopía que nos está llevando a la ruina.

Pero, mejor me rindo y termino perdiendo la discusión porque en ellos no hay razón que valga ni argumento que los convenza de que están equivocados. Termino entendiendo que el equivocado puedo ser yo, pero algo dentro de mí resurge y me obliga a creer que hay un camino de salida y que la sociedad se va a despertar de ese mal sueño y todo cambiará para bien.

Quiero creer que alguien surgirá de algún lugar y será un opositor digno que logre unir a todos los de la llamada oposición y sacarlos de ahí, de donde no gobiernan, para liberarnos de todos ellos o, al menos, empezar a hacer algo por el camino que creemos es el correcto. No hay de otra, tendré que aprender a esperar, a esperar y eso a nadie nos lo enseñaron.

Terquedades 

Mario Mata a la JCAS. ¿Qué podemos pedir? Que lo haga bien, que saque la casta y ayude a Chihuahua. El agua es un problema de seguridad nacional y muy pronto el destino nos alcanzará. Nos urge alguien que trabaje por ese vital líquido que cada vez es más escaso. Mario irá a la JCAS y encontrará un desorden y la institución en quiebra, pero ojalá encuentre el camino para hacer que funcione.

Los chihuahuenses, todos, necesitamos agua para todo lo que hacemos, donde quiera que sea: la casa, agricultura, industria o ganadería, y tengamos el modo de ganar el sustento. Mario tiene que negociar y hacer malabares, pero hay que resolver y a eso lo mandan ahí. Suerte, ingenio, creatividad y disciplina que le harán falta, mucha falta.

LA DE REGALO. En Chihuahua todo empieza a tomar forma. Las renuncias tan esperadas se están dando, lo mismo que las denuncias inician el largo camino a la justicia. Ojalá que se respete el debido proceso y se haga, al menos por una vez, lo que esperamos todos: Justicia, solo justicia.

¡¡¡Salvemos a México, somos mayoría!!!

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