Raúl Ruiz.- Reza el refrán: “No hay plazo que no se cumpla, ni fecha que no se alcance”. El 1 de junio saldremos a votar por juezas, jueces, y juezos. Magistradas, magistrados y magistrades; Ministras, ministres y ministros.
Los acordeones están afinados y repartidos en cada entidad del país; municipios, ciudades y poblaciones. La elección es un desmadre. Es la única elección que conozco en la cual, los candidatos son ilustres desconocidos, pues sólo en su casa los conocen. Y no se les permitió hacer campaña en medios.
La única elección en la que no habrá representantes de candidatos, no tiene caso que los haya, pues los votos no serán contados en casilla, sino en un enorme depósito, denominado consejo distrital, donde se realizará el escrutinio y cómputo de los votos.
Todos confiamos en que será una elección limpia, pues todos los escrutadores son personas honorables y el sistema es impecable. ¿Verdad? La gran mayoría de los lectores, no tiene idea de quiénes participan, ni cuáles cargos pretenden.
Así que, para facilitarles el ejercicio, el gobierno de la 4T, el gobierno del estado y cada alcalde en su territorio, ya tienen una sugerencia para usted. Es cosa que usted decida.
Puede tomar el paquete guinda que promueven los cuervos de la nación; el paquete azul, que distribuyen los chalecos azules; o el paquete municipal, que obsequian sus promotores.
Hasta aquí, podríamos decir que todo es legal. Incluso la clasificación distrito por distrito, que tiene definido con más detalles el proyecto perezcuellino.
El zarandeo comenzará cuando entren en el juego los acordeones de los cuadros oscuros y se comience a cotizar el voto y el acarreo al mejor postor.
No digan que no se los advertí.
