Durante una reunión en la Cámara de Comercio de Lubbock, el gobernador de Texas, Gregg Abbot, firmó este martes la orden ejecutiva mediante la cual, a partir del 10 de marzo, se levantan en el estado todas las restricciones implementadas para contener la pandemia de COVID-19.
Con esta orden ejecutiva, se deja sin efecto el decreto del 13 de marzo de 2020, con el cual se declaró el estado de desastre en Texas a causa del Coronavirus y se elimina el uso obligatorio de las mascarillas, el distanciamiento social y el límite de ocupantes en los establecimientos públicos texanos y se marca el regreso a la normalidad existente antes de la pandemia.
Ahora en Texas, cada ciudadano es libre de usar o no el cubrebocas y todos los negocios del estado pueden abrir sus puertas al cien por ciento de su capacidad, pero cada uno tiene la posibilidad de controlar la ocupación o mantener los protocolos de higiene que considere.
“Con los avances de la medicina, las vacunas y terapias médicas, Texas ahora cuenta con herramientas para protegerse del virus. Debemos ahora hacer más para recuperar nuestro sustento y normalidad con la apertura del 100% del estado. Pero no nos equivoquemos: covid 19 no ha desaparecido, pero claramente la vacunación ha reducido las hospitalizaciones y las prácticas de seguridad ya no son necesarias”, señaló Abbott
En Texas se han aplicado 5.7 millones de vacunas y se avanza a un ritmo de vacunación de un millón de personas por semana, por lo que se espera que esta misma semana se llegue a 7 millones de habitantes inoculados.
Juárez Hoy
