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Las organizaciones de la sociedad civil (OSC), sus financiadores y las comunidades frente a la pandemia COVID-19

Omar Gómez.- El flagelo del COVID-19 es el huésped indeseable que llegó para quedarse aunque deseemos su pronta marcha. Aún los epidemiólogos, especialistas médicos y organizaciones vinculadas a la salud no tienen un consenso de cuánto durará esta pandemia, pero lo cierto es que ya no se irá en el corto plazo, pues desafortunadamente se trata de un virus con una gran capacidad de mutación. 

Por lo tanto, debemos aprender a vivir con un acompañante que insiste en permanecer con nosotros a pesar de los múltiples desaires que le hagamos.

Como “Organizaciones de la Sociedad Civil” (OSC) tenemos como alternativas reinventarnos o fenecer, pero lo cierto es que después de este hito histórico ya no volveremos a ser las mismas instituciones. Es así como el tradicional trabajo de campo, o vinculación con las comunidades, requiere complementarse con otras opciones para no perder el nexo con los destinatarios de nuestras acciones. 

Sin embargo, esta relación estará condicionada por medidas de higiene para evitar la propagación de la enfermedad que en la actualidad está azotando a la humanidad.

Se trata de reflexionar sobre nuestro accionar y definir nuevas fórmulas que ajustándose a esta coyuntura nos ayuden a dar respuestas a los retos que se nos plantean. Los problemas sociales no se detendrán ni desaparecerán esperando que volvamos a la “normalidad”; por el contrario, los mismos se acentuarán por lo que las diversas entidades están compelidas a seguir trabajando con las limitaciones impuestas por la pandemia. 

De esta manera, no podemos quedarnos solo quejándonos; debemos pasar a la acción.

Sin embargo, en este punto se requiere del apoyo de los financiadores, aliados naturales para que las acciones sociales se sigan ejecutando exitosamente. El virus trajo consigo confusión e incertidumbre por lo que fundaciones y otros entes financiadores, optaron por suspender sus desembolsos o apoyos en materia social. 

Esta medida, “aunque razonable”, no fue la opción más ventajosa puesto que implica la suspensión de tareas que se venían desarrollando, rompiéndose abruptamente vínculos entre los ejecutores y beneficiarios de los trabajos comunitarios.

En el ámbito social, la confianza y credibilidad de los beneficiarios en los ejecutores de las acciones sociales -y entes que lo respaldan- es uno de los mayores recursos no tangibles que se poseen y si acaso no el capital más importante. Es un patrimonio que se forja a pulso con trabajo constante que cuesta mucho construirlo, pero es muy fácil que se disipe y se pierda cuando las comunidades y sus habitantes se sienten defraudados.  

Generalmente, retomar una labor comunitaria requiere de más energía e inversión de recursos pues implica volverse a ganar la confianza de las comunidades. Por ello, no es recomendable tomar la vía de interrupción súbita de las relaciones entre las partes como la primera posibilidad a considerarse frente a una contingencia (al menos que existan circunstancias tan dramáticas que no se dé cabida a otro medida). Después de una disposición así, aunque se reemplacen los actores ejecutores de las acciones de tipo social, convencer a la comunidad resultará una labor cuesta arriba.

Por lo tanto, entre los retos más relevantes que se tienen el próximo año están:  

A) Para los ejecutores de los proyectos, programas y planes sociales: Suplir las actividades de campo con acciones que mantengan vinculados a los beneficiarios, siendo las más importantes, las herramientas informáticas y el internet. Asimismo, fortalecer su interlocución con los agentes que los respalden.  

B) Para los financiadores: Desarrollar nuevas formas de interacción, así como alianzas con los financiados, además de nuevos instrumentos de evaluación de impacto para asegurar relaciones perdurables en el tiempo. 

C) Para los beneficiarios: Un mayor acceso a la tecnología e informática así como comunicaciones fluidas con sus acompañantes para la mejora de su calidad de vida.

Sumando Esfuerzos por Juárez A.C.

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