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La UACH y la UACJ

Dr. Fernando A. Herrera Martínez.- Los cambios anunciados en la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH) son las primeras señales de que la sucesión en nueva Alma Mater está a punto de turrón. Estos movimientos iniciales paralizan el camino errático seguido, hasta ahora, por la UACH, y, de hecho, le cambian el rostro mientras llega la fecha de los relevos, tanto del rector colmo del resto de los funcionarios, aunque por ese lado ya hay la orden de tres primeros cambios que atan o limitan las acciones del todavía rector.

Hay una propuesta de departamentalizar la UACH al estilo Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ). La diferencia es que aquella casa de estudios tiene un estilo de gobierno diferente y, no por ello, es o no mejor que la UACH. Lo cierto es que ambas son muy buenas con sus diferentes cuerpos de gobierno.

Así que más allá de los cambios necesarios en sus órganos de gobierno, lo que urge resolver es la gravísima falta de recursos por la pésima decisión de Javier Corral de financiarse con, o destinar a otras cosas, el dinero propiedad de los universitarios. Quiero recordar algún gobernador que se haya quedado olímpicamente con los recursos del Impuesto Universitario.

¿Dónde está ese dinero? ¿Cómo pudieron utilizar el dinero del impuesto universitario durante cinco años en otras cosas, y en el peor de los casos sustraerlo o robarlo, dejando a las universidades públicas en la pobreza con graves repercusiones en sus estudiantes? Lo que hizo Javier no tiene nombre, y eso que en su demagogia hemorrágica durante su campaña había ofrecido la universidad gratuita.

Algunos pensaron que no cobrarían cuotas a los estudiantes, pero en realidad se refería a retener el dinero universitario y que las universidades hicieran lo de siempre, pero sin dinero; otra forma macabra de decir, gratis. Es increíble que durante los cinco años de desgobierno de Javier Corral no se haya entregado un centavo del impuesto universitario a nuestras máximas casas de estudio. ¿Qué hizo Javier con el dinero de las universidades? Muchas explicaciones por parte de Javier, su secretario de Finanzas y el propio rector.

Agregue que el Gobierno Federal suspendió los recursos a los que las universidades podían acceder mediante concursos o acreditaciones-certificaciones que los ayudaban en su financiamiento. Las dos universidades públicas del estado se obligaron a la hambruna durante los últimos cinco años. Imagine usted el estado de las instalaciones para los estudiantes que a la falta de recursos seguramente han sufrido deterioro por la falta de mantenimiento, ya no hablemos de continuar con la mejora de esas instalaciones que no solamente se ha de haber detenido sino deteriorado lo avanzado.

Se dice que la deuda dejada por Reyes Baeza andaba por los 19 mil millones de pesos y que César la elevó hasta 48 mil millones y que ahora ronda los 70 mil millones de pesos. Parecieran magos para lograr hundir así al estado en dos sexenios, ¿A dónde tantos recursos? ¿Qué hicieron con ellos? ¿Acaso el presupuesto de la novena economía del país en aportación al PIB es tan raquítico que debemos endeudar a esos niveles el estado en cada sexenio?

Las obras dejadas sin terminar son tantas que no se entiende cómo pudieron iniciarlas sin pensar en los tiempos y en los recursos disponibles; el grado de irresponsabilidad es enorme. Se suponía que Javier tenía algún tipo de arraigo y compromiso con Ciudad Juarez; sin embargo, la dejó prácticamente destruida, con aspecto de una zona de guerra. Ahora es una ciudad prácticamente intransitable y los vehículos sufren deterioro constante al circular a sus hogares, a su trabajo o a cualquier otra actividad, sin hablar de la congestión vehicular que constantemente se forma en la mayoría de sus vialidades.

Si Javier Corral se propuso hacerle daño a Ciudad Juárez, lo logró. Ahora la historia lo colocaría en el lugar que se merece. ¿Dónde quedó aquel parlamentario genial que a base de verborrea señalaba errores y decía cómo debían hacerse las cosas? Pareciera que hablar es algo muy propio de él, pero hacer las cosas como administrador y gobernador le quedó más grande que una camisa de 4x. Se dice que es flojo para trabajar, no así para subir a tribuna y hablar por horas.

¿Jugar al Golf fue algo que descubrió siendo gobernador y se aficionó tanto que abandonó su trabajo? Se dice que fue flojo para el estudio y que tuvo que obtener un título de una Universidad por correspondencia. ¿Será, entonces, un caso raro de un hombre que solo sabe hablar como los merolicos, pero que ignora cómo ganarse el pan trabajando?

Hay preguntas que hacer: ¿Qué pasó con los impuestos que se deben entregar a la Cruz Roja? ¿Qué pasaría con lo que se debía entregar a las organizaciones intermedias del Impuesto Sobre Nómina? ¿También estarán en la inopia esperando esos recursos?

¿Los municipios también estarán cortos en las partidas que les correspondían y ahora el estado tendrá que resarcir esos desvíos? La federación viene sobre ellos porque se sabe que desviaron recursos etiquetados. ¿Será que la bajada de pantalón con el presidente le alcance para que eso lo dejen en el cajón?

Terquedades:

Sigue la caravana a todo vapor, 15 kilómetros diarios con toda la tecnología en sus manos, aunque se vean desarrapados. ¿Quién los provee de dinero? ¿Qué hay detrás de esos movimientos de gente para crear caos y problemas en la frontera?

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