Inicio Perspectiva La inocencia de un colego

La inocencia de un colego

Dr. Arturo Castro.- Hugo López-Gatell representa la imagen diaria del coronavirus en México, llegó en un momento nunca esperado porque al inicio de la pandemia había una desidia mundial por creer lo que los chinos habían creado en Wuhan, sin permear al resto del país.

El subsecretario de Salud ofrece más conferencias que el presidente, aunque repetidamente sugiere lo mismo de quedarse en casa, lavarse las manos y demás. Ofrece cifras actualizadas que inyectan a la sociedad miedo y zozobra.

Es una persona capaz, inteligente y educada; proviene de una familia de refugiados españoles en la era del Franquismo, fue hippie y joven emprendedor; como profesionista ocupó muchos puestos burocráticos en anteriores gobiernos, ha sido profesor y conferencista en el Instituto de Salud Pública y en la UNAM.

Es un profesionista inocente también porque le gana la emoción e inventa palabras de tanto hablar, salidas como nuevas propuestas para el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. Es inocencia porque la soberbia está reservada a su jefe.

Ha participado en artículos médicos en infinidad de ocasiones, siempre en un estudio colectivo, no tiene uno solo que lleve su nombre; de por sí, esto refleja un trabajo de equipo que disminuye la responsabilidad del trabajo académico personal.

A través de la historia se ha hablado de temas irracionales. Hace poco tiempo la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, se refirió a los miembros y miembras de una organización social, lo hizo la exdiputada Dora Villegas en una reunión del PRI en los años ochenta.

El uso de las palabras se ajusta a una normatividad y desde luego a un populismo no reconocido en la mayoría de las veces, también existen barbarismos en el vocabulario, el pochismo no puede estar exento. La lengua española, dicen, es más difícil que el idioma inglés.

Sus definiciones y conceptos se aprecian de diferente manera en el uso de una sola palabra, lo que dificulta su entendimiento. El castellano es una herencia producto de aquella conquista de 1521, que propició el mestizaje entre la raza blanca y la indígena.

Pocas palabras para descifrar el misterio de las nuevas aportaciones del doctor López Gatell, no es una crítica destructiva la que se busca, solamente el análisis de sus contribuciones a la gramática española.

Cuando en sus múltiples participaciones llega a mencionar el compromiso de las colegas y los colegos ante la pandemia, parece sacarse un diez frente a quien no entiende de significados del lenguaje; desde luego en este entorno, Comunicación Social actúa de inmediato para minimizar el asunto.

El que paga manda y es por ello que no existen notas periodísticas sobre el nuevo término. La Presidencia de la República ya eliminó los tiempos oficiales gratis por medio de un decreto, ahora paga sus comerciales y notas a salir por delante.

Colegos es una palabra que no existe, ni existirá, se debe tomar como un exabrupto en la dimensión del error que ciertamente no influye en la brillante carrera de su promotor, aunque capaz y que se busca su reconocimiento, como sucedió con cantinflear, que ya aparece en el Diccionario de la Real Academia Española.

Cantinflear es jugar con las palabras al tratar de enviar un mensaje, es rodear para llegar a un entendimiento claro y conciso. Cantinflas lo logró, el doctor López-Gatell lo pudiese hacer.

Pero todavía está en debate lo del colego y ya inventó otro término salido de otro discurso al explicar el uso del cubre bocas que no sirve pero sí sirve; esto es, si no se usa continuamente es inútil la prevención, si se usa un día sí y dos no, no sirve.

La lógica diría que sí sirvió el día que se usó, pero esa no es la idea del nuevo término, expresó que el uso de cubre bocas y su manejo tiene muchos tecnicalismos. ¡Pa su mecha!, tal vez quiso decir tecnicismos. A veces el talento se traba de tanto trabajar.

Tecnicalismos es la nueva aportación que se puede quedar en el anonimato que se ejerce a los medios de comunicación o tal vez se podrá trabajar como nuevo término en el vocabulario hispano. La radio no engaña, su voz mencionó esta palabra.

La idea de este análisis no es de denostación, es solo de que a pesar de tener un talento producto de la academia y del ejercicio profesional, se tienen momentos de inocencia, cuando se investiga y se hacen estudios de investigación, este tipo de palabras desaparecen.

El trabajo cuando es propio hace que también se aprenda a hablar con cordura, cuando lo hace un equipo de apoyo entonces se cometen este tipo de errores que pueden haber sido mayores si se realiza una auscultación a sus participaciones, que necesariamente no es el caso.

Colegos y tecnicalismos son dos términos inexactos que como profesor de español me obligo a analizar, que tal y sí son palabras que están en la normatividad y uno pensando que son errores en un nivel de horrores.

El uso de la palabra es de todos, no tiene limitaciones, de su significado entonces existen múltiples estudios, como aquello de que la secretaria de la Función Pública tiene un coronavirus leve, dijese López-Gatell, entonces hay Covid leve, regular y fuerte.

La sociedad es otra, muy liberal, que va de acuerdo con el discurso presidencial de ya basta de conservadurismo, de despeinarse y ser la moda, de tener una pandemia salida de no se sabe dónde pero que deja una próxima crisis económico-social que está por verse.