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La “carnita” que trajo la pandemia

Raúl Ruiz.- Ayer publiqué información proporcionada por ‘Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad’; un equipo de colaboradores que tiene Claudio X. González como parte de su proyecto de reblandecimiento al gobierno de Andrés Manuel, con el interés de usar el encono de todas las fuerzas enemigas de la 4T, para posteriormente, intentar derrocarlo y regresar al régimen neoliberal que tantos beneficios dio a la clase más privilegiada del país.

La estrategia, lo he repetido muchas veces, tiene un nombre técnico: GOLPE BLANDO, pero eso viene siendo lo de menos. Cuando se descubren cosas negativas de los funcionarios corruptos que están dentro de cualquier gobierno, hay que denunciarlas. Es una premisa que el presidente López Obrador, exige, para que México comience el proceso de transformación que todos deseamos.

Como esa denuncia sistemática que hemos venido haciendo de la corrupción que priva en la aduana de Ciudad Juárez, bajo el cártel de “la maestra” Norma Bazán Mayagoitia y sus alguaciles: Gerardo Cantú, Ricardo Ozuna, Víctor Salas, Julio Durán, Federico Anaya y Rocío Villa.

En otra ocasión les diré con detalles cómo funciona el cártel de “la maestra”, pues el tema de hoy tiene que ver con la carnita que deja a los dueños del mundo el claustro mundial por la pandemia.

Pero que quede constancia que la denuncia de la corrupción en la aduana, es permanente hasta que eche la vista para acá el presidente, porque por lo visto, el moche va hasta mero arriba.

Si usted ha venido leyendo mis trabajos, está enterado que mi apreciación sobre el tema del coronavirus es muy diferente a la que tiene la gran mayoría de la gente que, presa del terror, se deja caer de hinojos, y de inmediato busca la protección de sus entes religiosos para que el virus no los toque, ni a ellos ni a sus seres queridos.

No por eso dejo de lado las recomendaciones de las autoridades de la salud para evitar el contagio. Me sirve, porque evito el contacto con cualquier tipo de infecciones, no solamente del fantasma Covid-19.

Mi teoría es que el coronavirus es un experimento eugenésico que beneficia a las superpotencias en lo político, y a la oligarquía mundial en lo económico. Aseguro, que nos han metido el terror hasta la médula para trastornar la economía mundial, y si el bicho traído de China no te mata, moriréis de hambre. Solo aquellos que tengan el sueldo seguro podrán subsistir en el claustro obligado.

La pandemia que priva en el planeta, es un regalo para la clase política y una mina de diamantes para los abyectos usureros high class. Para los tres niveles de gobierno les viene “como anillo al dedo” (diría un clásico) mantener el espanto de la gente.

Recordemos que los que administran el poder, se nutren de la desgracia de los pueblos, reduciendo a la gente en hatos, urbanos y suburbanos, manipulándolos, aterrorizándolos primero para luego, “ayudarlos” en su desgracia y acrecentar su clientela electoral.

En esta gigantesca ola de espanto, echan en medio a los marginales; a la clase trabajadora indefensa para solventar un retiro ‘voluntario’ de dos o tres semanas. Apenas ganan para sobrevivir en condiciones precarias. ¿Qué será cuando sepan que la pandemia tendrá un periodo de extensión cuando menos hasta finales de año?

En el estirón, la clase empresarial debe responder con el pago íntegro del salario de los trabajadores para que se guarden mientras pasa el demonio amarillo y los proteja la sana distancia. Es parte de la sacudida mioclónica social, para deteriorar el sistema económico mundial y construir el nuevo orden mundial.

En este caos, los beneficiados serán los que lucren con la desgracia. Mientras se construyen los nuevos paradigmas económicos y sociales, te venderán los tapabocas, que tú comprarás aunque sepas que no protegen nada. Los guantes, las caretas de plástico, los medicamentos, los respiradores artificiales y, por supuesto… LA VACUNA.

En los estamentos del poder, allá, mero arriba, se tejen los grandes negocios. En México, el primer caso evidenciado fue el contrato del gobierno de AMLO, por 52 millones 606 mil euros (unos 1,350 millones de pesos) con una empresa de reciente creación para la adquisición de 1,330 ventiladores para atender a pacientes infectados con el coronavirus.

Un NEGOCIAZO. Pues en el mercado, cada aparato tiene un costo de 6 a 7 mil dólares y aquí el sobreprecio es descomunal. Cada aparato lo están comprando en más de un millón de pesos.

El pedido incluye 600 ventiladores marca Hamilton, de Suiza, cada uno a un precio de 33 mil euros (unos 846 mil pesos), además de 730 ventiladores modelo Shangrila, marca Aeon Medics, provenientes de España y China, con valor unitario de 35 mil euros (alrededor de 898 mil pesos).

No me pidan pruebas, no me pidan que exhiba los contratos, no estamos dirimiendo la información ante un juzgado. Solo priva la denuncia. Que lo investiguen los que deban investigar. La fuente es fidedigna.

En el revuelco, los políticos aparecen con su disfraz de benefactores unos, armados con sus celulares para las selfies, otros con sus jefes de información para ilustrar la foto con boletines y los más pocos, silenciosos, como la diputada Esther Mejía, que no hace aspavientos con su ayuda permanente.

Otros más raros aún, con visión integral para el bienestar de la gente. Como el Caballo Lozoya, quien en su aspiración por la gubernatura, semana tras semana, tiene una actividad de beneficio para los parralenses. El sentido de protección a este pueblo se percibe sin rodeos, la gente lo aplaude.

O como Misael Máynez, cuyos planteamientos ante el Congreso local, llevan una visión de oportunidades futuras para los chihuahuenses. Su pretensión es colocar a Chihuahua como el estado líder en el país. 

Las iniciativas de Máynez ante el Congreso hablan de resolver problemas, como el de salud creando nuestro propio sistema estatal de salud, por ejemplo. Consiguiendo recursos para la entidad, inversiones de beneficio para todos los municipios, en beneficio del medio ambiente.

Casi 800 millones de dólares se podrán invertir en Chihuahua para la instalación de una refinería de basura. A mi juicio, lo emergente es detener la paranoia. El coletazo de la pandemia, arrollará a los más desprotegidos. A los debilitados por enfermedades crónicas.

El experimento, ha sido bueno para la humanidad. La purga funcionó. La madre Tierra se recuperó un poco del daño que le hemos causado. La pregunta vibra en el aire… ¿Cuándo comenzaremos la reconstrucción de la humanidad?

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