Inicio Perspectiva Jesús previene y alerta a conservarse en la fe

Jesús previene y alerta a conservarse en la fe

Antonio Fernández.- ¿Cómo valoramos las ocasiones en que hemos escuchado en casa o con lo amigos el comentario sobre la forma de ser y pensar de los que se dicen “buenos amigos”?

El joven emocionado y hasta el niño narran a sus padres y hermanos las averías y audacias de su comportamiento, hablan como si fueran normales sus malas costumbres de esa amistad que identifica como “bueno amigo”.

Siguiendo con él se convertirá en su falso profeta, observando cómo platica emocionado sus “hazañas”. ¿Y cuáles son esas hazañas? Habilidad para el engaño, abusar de otras personas, ofensas injuriosas y humillantes, peleas por someter, drogadictos, viciosos, ladrones, perversidades, pláticas pecaminosas, doctrinas ateas y antisociales.

En sus celulares buscan obscenidades y a la orden del día maldiciones que lastiman y hieren el corazón del prójimo; las personas, sean niños, jóvenes o gente madura de uno y otro sexo, no reflexionan que esas actitudes son de una persona corrompida y que de seguir por ese camino se corromperá y llevará en él la depravación moral como hábito y hasta se ve con él participando de ellas.

Ahondando en esas “hazañas” los padres o maestros, jefes de trabajo están convencidos que esas amistades no son buenas ni apropiadas, menos son honrosas y honestas, son granujería astuta inclinada a la maldad y son perjudiciales para ese niño o joven para la productividad del empleado; a la lealtad de los esposos y lo más importante el alejamiento de Dios.

Conservar la relación con una persona mala a la que al principio se escuchó y sin darse cuenta lo admira con simpatía y termina por festejar sus comentarios y sus actos, a no contradecirlo porque teme al falso profeta que lo ha inducido a modificar su forma de vida.

Nuestro Señor adelanta su prevención dejando sentir en la conciencia del cristiano católico la consecuencia de la mala conducta del engañador con piel de oveja introducido en la vida de quien siendo noble y sincero para con Dios Nuestro Señor está rodeado por el nocivo veneno que produce daños espirituales y morales, familiares y sociales en el alma y en el cuerpo.

Es difícil reaccionar cuando injustificadamente dice: “Yo no sabía”  y se justifica diciendo “Sé lo que estoy haciendo”. Este proceder es daño que termina mal al no haber escuchado en tiempo lo que en el momento vive con deleite.

Corregir al niño o al joven de esa mala amistad los padres de acuerdo a su responsabilidad paterna previenen a quien les importa: su hijo; al trabajador su jefe; al alumno su maestro; el sacerdote a su feligrés, no se tiene comprensión para desmenuzar el error, ni ver la perdición hacia donde camina el pecador embaucado que defiende al engañador: “No entiendo porqué dicen que me están engañando”.

El falso profeta engañoso utiliza toda clase de argumentos perversos, su maldad es un taladro que perfora los cimientos de la fe, pero cuando el estado de gracia es en la persona, ésta vislumbra la prevención del Señor que en su interior ilumina a escuchar ¡Hijo mío, corrige, Yo estoy para ayudarte!

Dios Nuestro Señor concede los medios, pero la agudeza del corazón conoce el llamado del corazón de Dios al del pecador para que lo lleve a buen puerto.

La prevención de los padres de familia, de los jefes en el trabajo, los maestros en la escuela está cimentada en la palabra de Cristo Nuestro Señor y que la enseñanza de la doctrina que Nuestra Santa Madre Iglesia imparte en la Santa Misa dominical, la doctrina que es prevención sana y limpia.

Ilustra San Pablo: “Tendrán ciertamente apariencia de piedad, mas negando lo que es su fuerza. A estos apártalos de ti.” ¡Falsos profetas!

La falsedad del falso profeta envuelve, separa de la realidad a las personas del poder de convencimiento en el falso profeta, demuestra que los medios perversos no se tomen como buenos: mentira, soborno, intriga, falsedades, dolo y engaño que terminan por confundir a la persona.

Teme separarse porque pertenecen a la gente que vive de dar a la mentira la apariencia de verdad; Jesucristo Nuestro Señor da a conocer con anticipación al daño tanto al alma como a la persona que desatiende su palabra preventiva.

Pero cuando la fe aviva en el corazón, la palabra de Jesucristo Nuestro Señor para nuestra salvación, previene a los tiempos la falsedad de los que se presentan como profetas de la maldad: “Guardaos de los falsos profetas, los cuales vienen a vosotros disfrazados de ovejas, mas por dentro son lobos rapaces”, lo lamentable es que el mundo está inundado en una inmensa mayoría por la actitud de muchos falsos que engañan al prójimo.

El amor a Dios tiene su presencia en cada corazón por la fe, no en la de los sin fe, de éstos es paciente a ser escuchado, en el que la escucha y obra en ella desborda bienes, gracias y dones al estar en Jesucristo Nuestro Señor.

En el Buen Pastor la prevención contra esos lobos rapaces que pululan por el mundo los señala de ladrones peligrosos, su acción es robar el alma fingiendo ser religioso, pero la verdadera fe ilumina el camino de la vida, desecha la tentación y los goces del mundo, descubre al que llevando una piel de oveja, pero dentro de ella hay un lobo inclinado a lo malo.

hefelira@yahoo.com

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