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Javier Corral y sus jueces de consigna

Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- El magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJ), Pablo Héctor González Villalobos, se va el jueves de la presidencia aunque seguirá como magistrado de una de las salas del Poder Judicial y su segunda de a bordo, Tania Belkotovski tendrá como opciones irse a la sala donde es secretaria con Rafa Quintana o regresar a la litis, cosa por la que nadie apuesta, y creo que ni ella lo considera, además Rafa es a todo dar.

Los jueces de consigna y los permisivos magistrados que solaparon a los de primera instancia en los abusos de poder, finalmente se llevaron entre los pies a Pablo Héctor González Villalobos y a Tania Belkotovski, presidente y secretaria que presentaron sendas renuncias el lunes y se harán efectivas el jueves, si así lo decide el pleno de ese poder.

Ellos argumentan que nada pudieron hacer por detener al energúmeno que despachaba como gobernador y cuyo nombre pasará a la historia como el hombre que no hizo nada, ni por él ni por nadie, mucho menos por el estado. Fueron cinco años de Chihuahua tirados a la basura.

De ese tamaño es el pecado de Javier Corral, que cegado por su pasional venganza dedicó cinco años de la vida del estado a buscar cómo saciar sus pasionales instintos vengativos, por lo que desprovisto de límite alguno, amenazó y obligó a los jueces a violar una y otra vez la ley para encarcelar a los cercanos de su archienemigo de pasiones. 

Los detenidos por los llamados Expedientes X sufrieron la violación descarada de sus garantías constitucionales como sistema para obligarlos a declarar que los elefantes vuelan y son de color rosa; es decir, lo que él ordenaba.

Ahora, eso de que Pablo y Tania nada pudieron hacer puede ser cierto, como también puede ser que tanto Pablo como Tania fueron, digamos, impulsados u obligados a voltearse para otro lado cuando se enteraban de esos abusos.  Ni hablar de los magistrados que avalaron a los jueces en esos abusos infames.

Hay que entender también que nadie está obligado a suicidarse políticamente y tampoco a lo imposible; sin embargo, en la clase política no se vería bien que se conserven en un puesto de tal importancia quienes estuvieron -obligados o no- involucrados en tantos abusos que Javier cometió a través del Poder Judicial.

Creo que los magistrados se pasarán de buenas gentes si el jueves, cuando se haga oficial la renuncia, los dejan seguir en sus puestos. Aunque parece que alguna influencia política, atribuida a Palacio, ya tiene planchado el asunto.

Las mujeres siempre han estado de moda, pero ahora además compiten y ganan posiciones, como debió ser siempre, así que tal vez el TSJ estrene presidenta. Sin saber, pero en el interés de la especulación política, le vamos a Miriam.

Terquedades

Limpien a la poli y a los cuerpos de tránsito. Parece que son concesiones para hacer dinero. Los que entran de jefes salen bien forrados y los de a pie ganan más de tres veces que cualquier mortal a base de mordidas. 

Hagan pasteles y cómanlos en casita. Así lo pidió el presidente porque el sábado cumple 68 y también regañó a su director de inteligencia financiera por invitar a sus enemigos a su boda en Guatemala.

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