En 2019, José Antonio Yépez “El Marro” incursionó en el robo de gas LP y contrató a un técnico de Pemex experto en “picar” los poliductos.
Así lo documentó la Fiscalía General de la República (FGR) en la audiencia en la que “El Marro” fue vinculado a proceso en el Altiplano.
Tras la estrategia federal para combatir el huachicol, entre ellas cerrar la llave en el envío de combustible por los ductos que atraviesan Guanajuato, Yépez buscó otras fuentes de ingresos: el robo de gas.
Según la investigación de la FGR contra el líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, tenía a servicio a un capitán del Ejército que le informaba sobre los puntos o tramos de poliductos donde había combustible para instalar las tomas clandestinas. Sitios conocidos como “pozos”.
El año pasado, en el auge del robo de gas LP en Querétaro, Puebla y el Estado de México, Jorge alias “El Coquis”, dijo a Yépez que su hermano “El Pelón” tenía un conocido en Querétaro apodado “Padrino”, entre otras cosas experto en picar gasoductos.
“El Padrino” y “El Pelón” se vieron en septiembre en un restaurante conocido como Las Pampas.
“Te voy a mandar a un ingeniero de Pemex que te va a hacer la chamba”, prometió “El Padrino” a “El Marro”, de acuerdo con las primeras investigaciones.
Pero no era la primera vez que el capo tenía asesoría de personal de la petrolera.
De hecho, el Gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez, atribuye el crecimiento exponencial del Cártel de Santa Rosa de Lima a la colusión con la que “El Marro” contaba desde dentro de Pemex.
“Una gran corrupción, sobre todo de Pemex, que se puede dimensionar con la gran cantidad de pipas que robaban. Estamos hablando de que, desde dentro de la refinería hubo una gran complacencia para que el cártel pudiera crecer a estos niveles”, dijo en entrevista con REFORMA.
“No se puede entender el crecimiento de este grupo criminal sin la corrupción adentro de Pemex. Era impresionante la cantidad de pipas que salían sin factura, además de todo lo de los ductos”, señaló el Gobernador panista.
Por ejemplo en marzo del 2017, una pipa que era abastecida dentro de la refinería de Salamanca explotó y dejó ocho heridos.
La pipa tenía reporte de robo, y se detectó que era una de las unidades que operaban para el cártel de “El Marro”.