Inicio Mundo Hallan amuleto de la diosa egipcia “Hathor”

Hallan amuleto de la diosa egipcia “Hathor”

MADRID- Fruto de unos trabajos arqueológicos iniciados en los años 90 en el Cerro de San Vicente, donde en la Edad del Hierro se situó el poblado que dio origen a la capital salmantina, el hallazgo representa a la diosa egipcia Hathor y proviene del antiguo Egipto.

Aparte de las rutas comerciales, se confirmaría también la existencia de clases sociales.

El yacimiento arqueológico del Cerro de San Vicente, considerado el origen de Salamanca, acoge una secuencia de excavaciones cuya parte más antigua revela la presencia de un poblado de la primera Edad del Hierro, entre los siglos VII y IV antes de Cristo. Es en este lugar donde se han localizado vestigios de un amuleto de la diosa egipcia Hathor.

Los arqueólogos de la Universidad de Salamanca y del Ayuntamiento de la ciudad estiman que el abalorio, una pieza de color azul y apenas un centímetro de longitud, es un producto manufacturado en el antiguo Egipto o en las factorías fenicias de la época, que pudo llegar a la península ibérica en torno al año 1000 a. C. Representa a Hathor, hija de Ra y madre y esposa de Horus, diosa de la alegría, la maternidad y del amor. Carlos Macarro, el jefe del equipo de arqueólogos municipales, explica que el material con el que fue fabricado se denomina fayenza, una especie de cerámica de cuarzo típica de los trabajos de artesanía egipcios y de color azul, la misma tonalidad que tiene el objeto encontrado.

Además del amuleto, asimismo se han hallado cuentas de collar y un fragmento de un cuenco, también de fayenza. Se constata así un intercambio comercial acaecido en la península ibérica en la primera época de la Edad del Hierro, entre 900 y 400 años antes de nuestra era en la zona de la actual Salamanca y la posterior Vía de la Plata. De hecho, metales como el hierro o el estaño protagonizaban las rutas comerciales de ese tiempo.

Los objetos fueron encontrados en el transcurso de los trabajos de excavación en lo que debió ser la casa de un personaje importante de la época en el Cerro de San Vicente, lugar al que acudían comerciantes fenicios para intercambiar mercancías con los pobladores locales. Es decir, había un eje comercial que aseguraba la llegada de productos manufacturados en Egipto y el mediterráneo occidental, y una persona o patriarca con posición importante dentro del poblado capaz de adquirirlos.

Entre los otros restos descubiertos, también destacan un fragmento de cerámica de engobe rojo fenicio y elementos litúrgicos de terracota, como figuritas, un vaso fenicio y una mesita. Todo parece indicar que el morador de la vivienda gozaba de cierta vida social, bien organizando banquetes para huéspedes o bien recibiendo a comerciantes, pues la región es rica en hierro y casiterita (de donde se extrae el estaño), metales con mucha demanda entonces en el Mediterráneo y Oriente Medio.

Abalorios y amuletos se venían encontrando en las necrópolis, pues se enterraba a las personas junto con los objetos que mayor valor otorgaban los fallecidos. Pero el hallazgo egipcio revela algo nuevo; aparecen en una casa señorial donde, probablemente, su dueño gozaba de posición prominente, el único capaz de adquirirlas. Y esta vivienda se hallaba en un poblado formado por edificaciones de adobe, de unos 30 metros cuadrados de superficie y forma circular.

Los habitantes del poblado se dedicaban a la explotación agropecuaria y a la producción artesanal de alfarería, con escasa metalurgia (bronce, sobre todo) y escaso uso del hierro. Según interpretan los arqueólogos del yacimiento del Cerro de San Vicente, el asentamiento en principio atendía a una sociedad igualitaria y organizada en grupos familiares, unos 250 individuos en total. Pero la casa señorial y el amuleto egipcio revela un nuevo contexto, en el que las clases sociales podían estar diferenciadas.

Sputnik

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