Carlos Angulo Parra.- Por mucho, la noticia de la semana es la extradición de Emilio Lozoya Austin, exdirector de Pemex, que se ha visto involucrado en múltiples eventos de corrupción. Después de que despidió al abogado Coello Trejo, para cambiar su estrategia de defensa sugerida por el exjuez Garzón, utilizando los “criterios de oportunidad” establecidos por el artículo 256 del Código Nacional de Procedimientos Penales, reformado en el año 2016, se trajeron al imputado voluntariamente a México.
¿En qué consisten estos criterios de oportunidad? Bueno, esta práctica ha sido grandemente utilizada por el sistema de justicia en los Estados Unidos y otros lugares del mundo, que se le conoce como el plea barganing, partiendo de la base de que al imputado prácticamente se le perdone su delito (no es propiamente un perdón sino el no ejercicio de la acción penal en su contra, que tiene los mismos efectos prácticos).
A diferencia del plea barganing, mediante el cual el imputado, a cambio de declarase culpable y de cooperar con el fiscal para imputar a otras personas, recibe una sentencia más leve, los criterios de oportunidad eliminan la acción penal por la oportunidad de conseguir la colaboración del imputado para que el fiscal persiga a otras personas con gravedad en su responsabilidad penal.
Lo anterior, con base a la fracción V del Código Procesal aludido, que establece que el criterio de oportunidad procede:
“V. Cuando el imputado aporte información esencial y eficaz para la persecución de un delito más grave del que se le imputa, y se comprometa a comparecer en juicio;”
Hasta lo que va todo suena muy bien, nada más que hay un pequeño detalle, para que proceda el criterio de oportunidad, la ley establece que:
“…siempre que, en su caso, se hayan reparado o garantizado los daños causados a la víctima u ofendido.
Así, que la Fiscalía para poder ejercer este criterio de oportunidad y contar con la colaboración de Emilio Lozoya Austin, tendrá que primero exigirle que garantice la reparación del daño o bien, lo repare.
Si estamos hablando de miles de millones de pesos en daños causados a la nación por la dispersión ilegal de fondos del erario, hay que ver cómo le van a hacer.
En otro aspecto de este gran teatro en ciernes, se dice que múltiples legisladores del PRI y del PAN recibieron retribución del exdirector para aprobar la reforma energética, debemos considerar que, a lo menos con los panistas, es inverosímil la situación, ya que en el PAN se diseñó la gran mayoría de dicha reforma. Todos sabemos que el PAN la estuvo proponiendo desde tiempos de Fox, así que, ¿por qué les iban a pagar a los panistas para hacer algo en lo que siempre estuvieron de acuerdo?
En fin, todo eventualmente tendrá que salir a la luz pública. Pero lo que debemos seriamente considerar es que el presidente fue enfático en su mañanera del 17 de julio, cuando a la pregunta expresa de que, si perseguiría al expresidente Peña Nieto, respondió enfático al decir: “No lo puedo hacer, no lo puedo hacer, políticamente me expreso y siempre he sido consecuente, siempre actúo como pienso, desde que tomé posesión en el discurso inicial del Gobierno traté el tema. Para que no se olvide, la próxima semana lo vamos a poner aquí lo que dije sobre este asunto”.
Así que, no nos hagamos ilusiones, el pacto de impunidad en contra de Peña permanece en toda su extensión, a menos de que el fiscal Gertz Manero saque la casta y se vaya contra Peña.
Pero una posibilidad no remota, conociendo a nuestros políticos, es que todo quede en la persecución de funcionarios de nivel bajo, y los peces gordos queden otra vez impunes, que no se respete la ley en cuanto a la reparación del daño y nos quedemos “sin Juan y sin las gallinas” en este teatro de Lozoya Austin. ¡Ojalá y no suceda así!