El presidente dijo una mentira gigantesca: “en este gobierno no tienen influencia mis hijos”. Esta frase sobre sus propios hijos lo va a perseguir. Si bien José Ramón López Beltrán ha estado en la palestra en los últimos días, el hijo que más influye en el gobierno es “Andy”
Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- El pasado lunes, en la mañanera, el presidente dijo, a propósito del reportaje de Carlos Loret de Mola sobre su hijo y sus lujos en Houston, que era “golpeador, mercenario y sin principios”; luego de su hijo dijo “creo que la esposa tiene dinero y no es sano intervenir en los matrimonios de los hijos, pero mi hijo no tiene influencias en el gobierno ni nadie de mis parientes, no somos iguales, nosotros tenemos principios, tenemos ideales”.
Enseguida arremetió de nuevo: No le gustó a Loret de Mola cómo lo definí, pero me faltó decirle que es un periodista corrupto, eso fue lo que me faltó. El presidente de México dijo además: acuso a Carlos Loret de Mola y a Claudio X. González de hacer un documental contra los maestros, cuando se aprobó la reforma educativa y les pagaron mucho dinero.
Loret ya contestó. Dijo del presidente: Insultó, injurió, calumnió, mintió, repitió las respuestas peñistas cuando la “casa blanca”, divagó durante 22 minutos… pero el presidente no pudo desmentir una sola frase del reportaje sobre las casonas y los lujos con los que vive su hijo: cine privado, alberca de 23 metros ni la Mercedes Benz.
Pero el presidente dijo una mentira gigantesca: “en este gobierno no tienen influencia mis hijos”. Esta frase sobre sus propios hijos. Esa frase lo va a perseguir.
Los hijos del presidente han sido sus operadores electorales; interlocutores con empresarios y políticos; han colocado funcionarios públicos; les encarga temas, preocupaciones y peticiones de distintos sectores; sus hijos han tenido diálogos de talla internacional a nombre del gobierno de México y usan su apellido para “desatorar” trámites y “orientar” decisiones de la administración pública.
Un ejemplo pertinente: La casa de Houston era de Baker Hughes, que ha obtenido de Pemex contratos por más de 150 mdd. Uno de esos contratos, por 85 mdd, lo otorgó Pemex Exploración y Producción a través de Abraham Alipi Mena, amigo íntimo de Andrés López Beltrán (Andy), quien lo recomendó para ocupar ese puesto y después lo cambió al Centro Nacional de Control de Gas Natural. PEP y Cenagas, con todos los recursos que manejan, ¡ni más ni menos!
Si bien José Ramón López Beltrán ha estado en la palestra en los últimos días, a raíz del reportaje de marras, el hijo que más influye en el gobierno es “Andy”, quien igual a su hermano, no es retrato de austeridad. Pero, a diferencia de su hermano, es más discreto y mejor operador: es interlocutor con empresarios de la Ciudad de México y Monterrey.
Andy puso al administrador General de Grandes Contribuyentes del SAT, Antonio Martínez Danigno, por lo que se ofrece para resolver los diferendos de impuestos. Este funcionario sin experiencia, es ubicado como amigo de Andy y también de Gonzalo, el otro hijo.
Otra figura vinculada a los hermanos López Beltrán es Carlos Torres Rosas. Por la cercanísima relación entre sus papás, es como su primo. Torres controla la distribución de los programas sociales a través de los “siervos de la nación”, pues sustituyó a Gabriel García en Palacio Nacional.
Javier May, al frente de Fonatur y ahora encargado del Tren Maya, es también cercanísimo de los hijos. Y el que define el acceso al presidente, el jefe de la Ayudantía, Daniel Asaf, el hombre más cercano a AMLO, es también del grupo de su hijo Andy.
En sencillo. Lo dicen todos en voz baja: nadie en el gobierno se niega a tomarles la llamada y hacerles el favor que pidan. Eso de que “en este gobierno no tienen influencia mis hijos” es de las más escandalosa mentira. Lo sabe él, lo saben ellos, lo saben muchos.
Terquedades
Es imposible que los familiares ignoren quién es el presidente, incluso es hasta humano pretender aprovechar algo de lo que escurre desde ese nivel. Los hijos de otros gobernantes han dado escándalos y eso lo hemos sabido todos. Ahora, con los hijos de AMLO, no hay sorpresas, es la lógica de la condición humana, ni más ni menos.
Mi papá es el presidente, de pendiente… dejo pasar seis años y sigo viviendo como hasta ahora. Es lógico que quieran hacer negocios. Lo irreal es que su papá nos quiera convencer de que no y no y no.
