Inicio ADHOCRACIA El estoicismo en la crisis migratoria

El estoicismo en la crisis migratoria

Dr. Arturo Castro.- La virtud y la razón son dos elementos incuestionables en cualquier persona que conoce lo que quiere en su vida, que aplicado a la esfera pública, significa aquel compromiso con la lógica responsable de buscar un crecimiento continuo.

A través de compromisos se busca evitar la seducción de la distracción, que en la cosa pública es la aplicación de políticas innecesarias, tomando en contrario las mejores decisiones que lleven al bien común y al ejercicio pleno de la justicia social.

La migración social siempre ha existido ya que se buscan mejores condiciones de vida, convertidas en oportunidades que reflejen la carencia de problemas y la búsqueda de soluciones ante los embates que brinda la cotidianidad.

Migrar es un movimiento de cambio geográfico de residencia a través de procesos legales e ilegales, mismos que vienen a resolver la problemática social, económica y política en la que se vive. Esta acción es válida en todo momento.

Existen muchas manifestaciones que conducen a sentimientos abstractos, el ejemplo es que se permite el tránsito por México a ciudadanos de otros países para llegar a los Estados Unidos en un intento de solicitar refugio político y humanitario.

En México se les permite que caminen los kilómetros que necesiten, de pueblo en pueblo y custodiados, pero no se les permite el traslado en vehículos automotores porque entonces infringen la ley y son detenidos y deportados.

Así que la opción es caminar, con el consiguiente desgaste, siendo toda una contradicción vertida en un claro distractor social que cubren oportunamente los medios de comunicación y las redes sociales en su incansable difusión de estereotipos negativos que enferman igual a la sociedad.

En el pasado existieron programas migratorios en los Estados Unidos, ante la necesidad de trabajadores en el campo, en la industria, como inversionistas o como estudiantes, muchos de ellos aún existen, son para quienes van a producir algo en concreto y no para vivir de la asistencia pública.

La reflexión es que se observa claramente la intención de las migraciones que entran en crisis por el abuso de líderes que engañan a las masas populares y un Estado mexicano que permite la aventura del desengaño en base a la pata de perro.

El movimiento migratorio es mundial, debido a las desigualdades existentes, así como a la ambición e inteligencia de ciertos países contra el conformismo e inocencia de otros.

Hoy se vive entre el miedo y la justicia, se funden los sentimientos como carga simbólica para una construcción social más justa e igualitaria, ello con y sin contradicciones.