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El derecho a no ser el mejor

Heriberto González Valencia.- Aunque a través de muchos años una persona oye lo importante que es aprender a hablar inglés y la mayoría de personas tienen alguna clase de contacto con este idioma en el transcurrir de su vida educativa, en muchos casos el inglés como lengua extranjera nunca llega a tener el nivel ideal por parte de los practicantes.

¿En una escala de 1 a 10 qué puntaje le daría usted a la importancia del aprendizaje del inglés como lengua extranjera? Sin mucho temor a equivocarme creo que la mayoría de las respuestas serían de 8 hacia arriba, pero aun teniendo total conciencia de la importancia del inglés muchas personas muestran un rechazo por el proceso de enseñanza de esta lengua.

Al igual que en muchas otras actividades educativas las tendencias e impulsos por parte de personas allegadas al practicante pueden ayudar o desmejorar el entusiasmo hacia el aprendizaje del inglés como lengua extranjera.

Por ejemplo, me atrevería a decir que casi todos los padres y madres de familia le dicen con frecuencia a sus hijos e hijas la importancia de hablar inglés, pero también muchos de ellos repiten frases tan comunes como “yo no aprendí porque tenía malos profesores” o “yo era bueno para el inglés pero se me ha olvidado”.

Infinidad de comentarios similares, los cuales los practicantes que no alcanzan un buen nivel muy seguramente algún día repetirán, por otro lado están los que aunque no lo dominen, lo estudian y hacen el esfuerzo como buen ejemplo a seguir.

Entonces, ¡cómo no van a tener ese derecho a no ser los mejores nuestros estudiantes! Aunque el inglés está catalogado como uno de los idiomas más fáciles de aprender, en todas las actividades que una persona emprende, hay disposiciones muy personales.

Muchos aprenden inglés porque sienten el amor por estudiar una lengua extranjera, pero otros lo pueden hacer por una superación cultural o salarial, o tal vez únicamente por complacer un pedido de otra persona, mamá, papá, esposo, esposa, etc., por ejemplo.

No le podemos negar el derecho a un aprendiz a no ser el mejor, si le podemos dar el aliento de que todo aprendizaje que hacemos en nuestras vidas tiene sus buenos frutos en alguna etapa de nuestra existencia.

hery77@hotmail.com