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El corrupto Technology Hub

Marcos Barraza.- Hace años nos llegó la gran noticia que un grupo de tres jóvenes había hecho una aplicación que los convirtió en millonarios, pero la gran noticia era que invertirían su fortuna en desarrollar un centro de tecnología avanzada donde las empresas y emprendedores se unirían para detonar la zona.

Juárez sería en nuevo Silicón Valley. La noticia entusiasmó a muchos, emprendedores, estudiantes, maestros y en general a lo mejor de la sociedad juarense.

La idea tenía bases sólidas: Juárez tiene una gran cantidad de ingenieros y técnicos desarrollados en la maquila y el sueño de volverse millonario a través de una aplicación motiva a muchos jóvenes a aprender computación.

La idea fue cobrando forma, se consiguió el edificio donde era el Consulado Americano en la avenida López Mateos, se cabildeó con las autoridades estatales de Chihuahua, Texas y Nuevo México, las cuales vieron con buenos ojos el proyecto como un detonador económico importante, como lo ha sido en varios países.

El edifico fue remodelado con toda la mano, se hicieron pisos de concreto pulido como en los Hacker Spaces, se instalaron áreas con grandes escritorios comunes y cubículos pequeños, tipo los coworking sanfranciscanos, se llenaron los muros de frases motivacionales.

La inauguración fue grandiosa, vinieron personalidades de ambos lados de la frontera. Hubo champaña, bocadillos delicados, música de fondo y discursos elocuentes.

Las empresas juarenses y los emprendedores respondieron rentando lugares y los que faltaron los rentó el gobierno de Chihuahua. El negocio arrancaba viento en popa.

Las fundaciones de la sociedad se acercaron a cooperar, todo iba de maravilla, se hicieron reuniones con promotores e inversionistas, parecía que el modelo funcionaba; con la salvedad de que no funcionó: las rentas eran muy caras y la verdad es que la institución no generaba tecnología, simplemente rentaba espacios caros que pronto se fueron vaciando porque el espíritu que lo animaba era rentar, no desarrollar, no invertían un centavo en desarrollo.

Pronto las fundaciones serias se dieron cuenta de ello, pero las fundaciones que más dinero reparten en el mundo son las que promueven la ideología de género, como la Ford, las fundaciones de Soros, la de Gates, etc. Así que hicieron a un lado los escrúpulos y empezaron a recibir este dinero de estas fundaciones abortistas y promotoras de las depravaciones humanas, por lo que en lugar de promover la tecnología empezaron a dar cursos “gratis” de superación a las niñas y jovencitas que no eran más que cátedras de odio contra los hombres y las mujeres que pensaban ser madres.

Como tenían que seguir simulando ser un centro de tecnología y no estaban dispuestos a invertir un peso en eso, se apropiaban de los proyectos de sus clientes y los presumían como propios.

El más escandaloso fue cuando Microsoft anunció un apoyo de 200 millones de dólares para la zona El Paso-Juárez.

En El Paso se dio el encuentro histórico donde el presidente de Microsoft anunció el proyecto, las múltiples pantallas del enorme salón proyectaron el emblema de Microsoft, luego el gobernador de Texas desde su silla de ruedas tomó el micrófono y en todos los monitores apareció el escudo de Texas.

Feliz y sonriente hablaba de la importancia de desarrollar tecnología en Texas, tocó el turno a Javier Corral, en ese tiempo gobernador de Chihuahua, y no se quedó atrás en elocuencia. Habló de la maquila, de las relaciones Chihuahua-Texas, quien al final de su perorata presentó al ángel del proyecto, nada menos que el flamante director del Technology Hub.

Los aplausos no se hicieron esperar, este gran hombre traía estos capitales a desarrollar Juárez. ¡Qué maravilla! ¡Qué héroe! Cuando todos esperaban que los monitores exhibieran el logo del TechHub, en lugar del logo apareció el proyecto de uno de sus inquilinos, que por azares del destino había sido invitado por un paseño y presenciaba asombrado el descaro de ese tipo.

El director del proyecto no daba crédito a lo que veía y escuchaba, el pillo del director del TechHub presumía como propio el proyecto y se mostraba como el gran creador de tecnología y benefactor de la patria.

Es triste ver cómo se han perdido los valores, cómo el cinismo y la corrupción invaden tantos lugares, cómo hasta lo más noble se pervierte en un México que no parece ver el fondo.