Guadalupe Peñuelas Sánchez.- En pánico, angustia e incluso con cambios en nuestra conducta, es así como sobrevivimos ante el Covid-19. Más allá del encierro obligatorio por esta contingencia de salud, aumenta la incertidumbre porque siguen al alza los despidos. Aunque en unas semanas regresarán las actividades laborales al cien por ciento de forma habitual, no podemos negar que los efectos negativos en este sentido permanecerán durante años.
Y es que desde hace mucho tiempo estamos mal económicamente, pero esta pandemia ha agudizado catastróficamente la situación. Más si le agregamos los caprichos, despilfarros, incapacidades en la toma de decisiones en esta contingencia y el populismo que nos dicen que traerá la felicidad del pueblo.
Los tres órdenes de Gobierno no han prestado la atención suficiente en el desempleo. Sin embargo, el dirigente del Ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador, nos dice en su discurso de la mañanera que apoya al pueblo de México y que pondrá en marcha un plan para los pequeños empresarios.
Estas palabras de aliento se desmoronan en cuanto escuchamos que reutiliza los programas sociales. ¿Será tan complicado hacer un proyecto especial en el que los impuestos ante Hacienda disminuyan? ¿No le han explicado sus asesores, que si apoyan económicamente a los empresarios, a su vez auxilian a la clase obrera? Ese sector de la población al que supuestamente defiende tanto.
Ni qué decir del gobierno estatal, del que hemos visto cómo replica acciones de la federación; pero más allá de la situación de salud no piensa en la economía ni en las consecuencias. Como muestra de la falta de capacidad de los dirigentes, en un mes se perdieron 10 mil empleos en el estado, según declaraciones de Francisco Santini, presidente del Consejo Coordinador Empresarial en Chihuahua. Situaciones como esta nos recuerdan que realmente no tenemos una economía sólida.
Los pocos ejercicios que hemos escuchado para recuperar financieramente al país son insuficientes. Como muestra solo se han registrado 20% de los posibles beneficiarios de los créditos a empresas con trabajadores asegurados ante el IMSS. El monto de 25 mil pesos es insuficiente para una empresa formal.
Juárez, por su situación geográfica, debería tener más proyección en sus actividades mercantiles, pero sin lugar a dudas, la falta de voluntad política siempre ha estado latente, la zona franca está pendiente, así como el turismo médico y reactivar la zona Centro. Pero son promesas de campaña que siempre se han quedado en el tintero. Y ahora ante esta situación, vemos que dependemos en su mayoría de las maquiladoras y que no hemos desarrollado más actividades económicas.
Estas consecuencias financieras han alcanzado también a las pequeñas y medianas empresas. Dichas situaciones podrían derivar en problemas sociales y de seguridad que no tardarán en incrementarse.
Es urgente robustecer nuestras instituciones y trabajar constantemente para que el Gobierno siga esta frase sabia de Barack Obama: Siempre ha habido otra forma de hacer política, basada en la sencilla idea de que lo que le suceda a nuestro vecino no debe sernos indiferente, en la noción básica de que lo que nos une es mucho más importante que lo que nos separa, y en el convencimiento de que si suficientes personas creen realmente en esto y viven según estos preceptos, es posible que aunque no podamos resolver todos los problemas, sí podemos avanzar en cosas importantes.