La desconfianza y temor son nuevos enemigos a vencer de restaurantes y bares, el reto será convencer a la gente para que vuelva a visitarlos a la brevedad para evitar la quiebra del negocio.
Cristina Cunningham, dirigente estatal de los restauranteros, mencionó que no es lo mismo prender algunas luces que todas y la confianza del consumidor es otro tema, no se sabe a quién se le va a preguntar, al gobierno no porque ni siquiera lo sabe, pero es urgente hacer algo para volver a atraer a los comensales.
Muchos de los restaurantes cerraron en forma definitiva, otros están trabajando a medias y muchos de sus empleados fueron desocupados y no se sabe si podrán volver a sus empleos o ya tienen otro empleo, es como volver a empezar.
Se exhortó a los juarenses y a la población del resto del estado, a continuar con las medidas de higiene, la sanitización de espacios y la sana distancia, porque se sigue teniendo un alto nivel de transmisión del virus.
(Juárez Hoy)
