LYON- Después de los ataques cibernéticos a diferentes cuentas de Twitter verificadas, la filtración de información confidencial de varios gobiernos alrededor del mundo y los hackeos a múltiples empresas especializadas en desarrollar medicamentos para combatir el Covid-19, se han convertido en una actividad ilícita muy prolífera para los delincuentes, incluso por encima del narcotráfico, pues deja ganancias anuales de hasta 3 mil millones de dólares al año, según datos proporcionados por la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol).
Estas acciones ilegales a través de Internet encabezadas por expertos en programación crean una sensación de que el volumen de los ataques informáticos va en ascenso, justo en un momento donde la pandemia ha jugado a su favor para crear engaños y vulnerar la ciberseguridad de organizaciones públicas y privadas. La compañía de rastreo de criptotransacciones Whale Alert aseguró que el promedio diario de robos en bitcoin fue de 130 mil dólares alcanzando un total de 24 millones de dólares en el primer trimestre de 2020.
Por otra parte, los ataques cibernéticos también generan tensiones entre países que están en conflictos políticos o comerciales.
Un ejemplo de ello fue el hackeo a la empresa de biotecnología Moderna Inc., quien sufrió un robo de información sobre documentos con secretos comerciales, propiedad intelectual y datos sobre el desarrollo de la vacuna para frenar el Covid-19. El gobierno de Estados Unidos acusó directamente al gobierno de China por estar involucrado en estos ciberataques debido a que los hackers Li Xiaoyu y Dong Jiazhi tenían nexos con la oficina de inteligencia en China, pero la administración del presidente Xi Jinping negó rotundamente las acusaciones.
A través de un comunicado el Buró Federal de Investigaciones (FBI) aseguró, detuvieron más de un millón de ataques cibernéticos vía correo electrónico con un malware llamado “Kwampir” a hospitales, laboratorios, y empresas de medicamentos, el cual permite a los hackers ingresar y permanecer en la red de la institución para después acceder a identidades almacenadas en controladores de dominio, información confidencial, gestores de equipamiento de control industrial propia de los hospitales entre otros.
De igual manera, un informe de Microsoft publicado en abril de 2020 reporta, se pudo observar un aumento de ataques relacionados al tema Covid-19, enfocados en el robo de identidades corporativas e información confidencial, tanto en correos electrónicos y servidores de diferentes empresas.
También, la vulnerabilidad de la seguridad es un punto primordial para las organizaciones con el fin de no exponer información confidencial y puedan ser víctimas de lo que se conoce hoy en día como ciberextorsiones, donde los hackers secuestran información importante por un tiempo determinado para recibir recompensas económicas a cambio.
Varios expertos en ciberseguridad aseguran que la mayor parte de los ataques de ransomware comienzan cuando se envía un correo phishing, y las investigaciones apuntan a que las organizaciones delictivas en Internet cada vez más obtienen acceso a los sistemas a través de un solo enlace de descarga.
Si bien, los hackers tienen un talento único para poder manipular con gran destreza las herramientas tecnológicas disponibles en Internet, es bien sabido que no actúan solos, ya que pueden estar vinculados a empresas, organizaciones criminales y hasta las mismas organizaciones de seguridad pública con el objetivo de entender la forma de operar de la ciberdelincuencia y obtener información sensible, generar ganancias ilícitamente o simplemente perjudicar a gobiernos o empresas privadas.
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