Dr. Arturo Castro.- Estimado político, no importa la ideología o si eres un recién llegado a la vida pública, te escribo para decirte que la política es una ciencia, un arte o un oficio, como se le quiera ver y describir, levanta emociones y pasiones que persiguen que la vida en sociedad sea justa e igualitaria ante las enormes diferencias de sus clases, entre los que tienen todo y los que nada tienen.
El ejercicio del poder público debe tener una vocación, porque mucho de su espacio se ofrece en la intermediación económica de beneficio social, esto es que la inversión pública tenga un positivismo innato o creado.
La sociedad civil en todos los tiempos ha demandado mejores condiciones de vida, aquella sociedad por la que se preocupa el bienestar de hoy, que son las clases más desprotegidas y por ende bajas, que todo lo demandan.
El enfado no es exactamente lo que provoca la política, sino los malos resultados en la función pública que van del desempleo al bache, el poder político tiene su mano en el hombro del ciudadano, no le pide permiso para hacer obras inútiles, que sin beneficio alguno agotan el presupuesto.
La idea sería que la inversión pública, lejos de hacer obras sin utilidad y regalos de dinero como clientelismo, debería promover mejores niveles de vida, para evitar que a los políticos se les desconozca por el solo hecho de serlo.
Hoy viene una nueva generación de políticos, son ustedes los emergentes que cubren el rol de los tradicionales, que si bien son los profesionales, representan la repulsión social por el pasado que se dice corrupto y que nos es diferente a los de hoy.
Los políticos emergentes tienen su gran responsabilidad en ganar la confianza de la sociedad, desaparecer los motivos de desprecio que tiene un pueblo desencantado y desesperanzado, aunque se le defina como feliz como concepto de vida.
Los políticos emergentes parece que conocen lo que se necesita en este momento, trabajar sin el consentimiento social siempre será un riesgo, cuando reciban el reconocimiento por su producto y no por su presencia o saludo se darán cuenta de que el impacto social es real.
Mencionar que aquellos políticos reelectos, que no hicieron más que saludar a los vecinos y decirles que están trabajando fuertemente por su distrito o municipio, son unos desconocidos en cuanto a resultados reales, por lo que la única razón calificada es que su tarea ha sido deficiente por demás ya que representan lo negro de la política.
Algunos políticos se dirigen a la sociedad como si supieran lo que dicen, cuando muchos de ellos solo obedecen reglas partidistas, van corriendo al llamado de su líder, ignorando a sus electores de vez en vez.
El político emergente debe ser diferente, por la experiencia de la imagen de sus antecesores que sin ser ignorados, esperan tiempos mejores para recuperar el espacio del cual son profesionales.
La sociedad no sabe reaccionar con talento, lo hace en la fiesta electoral y en la influencia de quienes ostentan el poder, la democracia es el poder de la sociedad, cuando se es libre para juzgar y para elegir.
Amigo político, en conciencia esta vez enfrento a los oportunistas, corruptos e inútiles en el ejercicio del poder, que han hecho que la sociedad reprima a todos por igual.
La vergüenza no existe cuando no se cuenta con ética en la vida pública. Esperemos tiempos mejores en esta vida de hoy.