La ambición es el último refugio de todo fracaso. Oscar Wilde, escritor irlandés
Cuauhtémoc Monreal Rocha.- Las tribus, no las 12 tribus 12 de Israel, sino de lo que fue el PRD, cuando el mesías tropical creó morena y se convirtió en su caudillo, como fuente ovejuna, todos a una, se fueron a ese movimiento, seguidos por toda clase de priistas, siendo recibidos por el tabasqueño, pero sólo los aceptó bajo la condición “sine qua non” de rendirle lealtad absoluta; fue algo así como gatopardismo, y, ahora, estas tribus morenistas, como era de esperarse, ya andan a la greña por obtener, a futuro, un suculento hueso, pues lo que realmente les importa es no vivir en el error, es decir, fuera de la ubre presupuestal.
¿A qué viene lo anterior?, porque dos connotados personajes morelianos (nada que ver con los ciudadanos de Morelia), andan agarrados del chongo por ver quién acapara los reflectores políticos; uno es tabasqueño, se llama Adán; el otro es chilango y se le conoce como Gerardo, quienes han convertido a la nada honorable Cámara de Senadores en una cámara bicéfala, por no decir otra cosa.
Estos sujetos, entes, personas, ciudadanos o políticos mexicanos, son integrantes de la LXVI o sea, la Sexagésima Sexta Legislatura o más sencillo, la número sesenta y seis, para entendernos mejor.
La historia camaral senatorial, según su reglamento interno, señala que debe tener un coordinador o pastor de la mayoría parlamentaria, que debe llevar la voz cantante de la… bancada, para no meternos en camisa de 11 varas 11; insistimos, históricamente siempre ha sido así.
Pero en estos tiempos de las luces o de la oscuridad política nacional, las cosas se manejan de diferente manera, pues no se sabe quién es quién en esa Cámara, si Adán, a quien corresponde llevar la batuta o es Gerardo, el menesteroso de las dietas y prebendas legislativas (bueno así lo llaman sus íntimos); ambos se sienten el macho alfa, el macho dominante del Senado, de ellos y ellas, para de esta manera, evitar, en lo más posible, que sus ovejas de repente, se les salgan del corral.
Ante esta cruel situación, las tribus morenistas ya se están devorando entre ellas mismas; la antropofagia, el canibalismo, se ve, se siente y no la pueden ocultar y todo porque en el recinto camaral no hay quién ponga orden; hay dos cabezas, dos “chompetas”, como dicen por acá en el “norti”, es bicéfala, supuestamente tanto Adán como Gerardo, únicamente obedecen al hombre de Tabasco y no a la doctora; Adán no mete en cintura a Gerardo y éste, mientras tanto, como presidente de la Cámara de Senadores, hace lo que le da su… regalada gana.
Veremos cómo termina esta nueva pantomima política; Adán y Andrés, quieren llegar a ser candidotes para la grande. ¿Apoyarán a Claudia en su sexenio o tales entes ya se preparan para obedecer leal e incondicionalmente, desde ya, al tal Andy y su chocolate Bienestar, si es que papi, en su momento y si vive, lo lanza por continuar con el tercer piso de la 4T? Vale.