Inicio LA OTRA NORMALIDAD Año Nuevo

Año Nuevo

Jorge Quintana.- Inicia un año más, un año con muy malos augurios en lo económico, en lo sanitario y en lo social.

Empezamos con la creciente inflación que se acrecienta cada mes y empezamos a romper récords de hace veinte años. A esta inflación habrá que sumarle los aumentos de precios en la canasta básica, que cada día es más exigua y menos satisfactoria para las necesidades de una familia de cuatro integrantes.

Usted, amable lector, lo comprueba cada día que acude a comprar los componentes de su despensa familiar a cualquier mercado o tienda y se da cuenta de cada vez es mayor el precio de los productos y que empieza a retirar del carrito del súper productos que ya no son indispensables.

Llegarán a nuestro domicilio las cuentas de energía eléctrica, gas y agua, que también darán cuenta del aumento en estos servicios. Súmele el aumento del predial y si posee un automóvil, la cuenta del replaqueo y la revalidación vehicular. Total, que al final del día ni los ahorros del aguinaldo van a alcanzar para librar la cuesta de enero, cada año más pronunciada.

Para seguir oscureciendo el panorama, la cuarta ola de la pandemia en pleno crecimiento e independientemente del color del semáforo epidemiológico, aumentan los contagios y los internamientos, vuelve a crecer el número de defunciones y la reacción de las autoridades es lenta, aún no llegan las vacunas de refuerzo y menos las destinadas a los menores de edad.

El clima de inseguridad y violencia sigue creciendo y la política de “abrazos no balazos” solamente ha sido un discurso vacío e inútil frente a la delincuencia y el crimen.

El número de mexicanos en pobreza extrema también sigue creciendo, los programas sociales del presidente de la República no son la solución a la pobreza y se evidencia la simulación y el despilfarro de los recursos financieros del Gobierno Federal en estos polémicos programas.

Pemex sigue siendo un barril sin fondo, no hay certidumbre en su futuro, menos al apostar a los combustibles fósiles en lugar de energías renovables.

La Comisión Federal de Electricidad sigue aumentando el costo de la energía, mismo que pagamos puntualmente todos, bajo riesgo de quedarnos sin el servicio.

Así estamos iniciando el 2022, sin asomo de mejora en la calidad de vida de las mayorías, solamente quienes dicen representarnos, senadores y diputados, disfrutan de salarios y compensaciones que insultan a la población, porque al fin de cuentas, solo obedecen a su partido y los más a su Tlatoani.

Con estos retos iniciamos un año más, siempre con la incertidumbre de un futuro mejor o, al menos, igual al pasado reciente.

¡Bienvenido 2022, aun con pandemia, alzas y desatinos políticos, seguimos vivos!

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