Sin bienestar la vida no es nada, solo es un estado de languidez y sufrimiento. Francois Rebelais, escritor francés
Cuauhtémoc Monreal Rocha.- El Viejo zorro de Palacio, sabe y reconoce, aunque lo oculta, que sus programas sociales no son parte de una política pública para mejorar el bienestar o “modus vivendi” de los que nada tienen, mucho menos erradicar la pobreza, la cual, aunque lo niegue, se ha incrementado en su sexenio transformador.
La repartición de dinero de los contribuyentes que hace entre los ninis o jóvenes sin futuro y las masas ignorantes o no, es solamente una simple venta de bienestar, te doy becas y pensiones a cambio de tu voto y a eso le llama revolución de las conciencias.
Para AMLO, la pobreza de millones de mexicanos es un tesoro electoral y lo usa como estrategia y de esta manera contar, en un momento dado, con una mayor clientela electorera que vote por quien él se los indique y puedan ser acarreados o movilizados, en caso de que sus candidatos no obtengan el triunfo vía el voto secreto y directo, por culpa del INE.
Pero el hombre del sexenio de la 4T, sostiene que él ha repartido bienestar a raudales a millones de compatriotas como nunca antes se había hecho y muchas de sus políticas dizque sociales, las ha elevado a rango constitucional, para que nadie las deshaga, una vez ido del poder que no quiere dejar, con el pretextito de que muchos mexicanos desean que vuelva la corrupción y él, como redentor de la nación mexicana, no lo va a permitir; lo malo del asunto es que la susodicha corrupción no se ha ido en este sexenio, creador de la nueva minoría rapaz.
Por lo pronto, el suelo mexicano ha sido profanado por los masiosares del norte, lo bueno es que vinieron en son de paz y como amigos, platicaron amenamente, comieron, cenaron y se fueron a sus países de orígen de donde no debieron haber salido y la indiada, como el chinito, se quedó nomás “milando” o ustedes lectoras (es), como descendientes de Cuauhtémoc. ¿Qué piensan? Vale.
