Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- El culichi Julio Urías (7), entró en la tercera entrada como parte de una estrategia de su manager, Dave Roberts, en el quinto partido frente a los Gigantes de San Francisco, el mejor equipo divisional de la temporada con Gabe Kapler, su manager, al frente.
¡¡Sorpresa!! El relevista derecho Corey Knebel abrió para los Dodgers y saca el primer inning, le siguió el venezolano Brusdar Graterol que lanzó el segundo inning, también sin permitir carrera.
La estrategia de Dave Roberts empezaba bien. Primero los nervios de que abriría Urías el partido, luego de que no entraría, enseguida que lo haría más tarde y después de estos dos primeros pitchers, llegó el momento que esperábamos: Subió a Urías al montículo de las responsabilidades.
En la apertura de la sexta entrada Dodgers logra una carrera para pintar la pantalla. ¡¡1 a 0 el juego de locura!!
Continúa Urías (7) ya al cierre de la sexta y enfrenta al número 33, Ruf y lo lleva a cuenta máxima de 3 y 2 para que en la siguiente pitcheada se la bote por el jardín izquierdo e igualar el marcador a una carrera. ¡Qué nervios! Urías llevaba 10 bateadores y había controlado a nueve, ponchando a cinco, con tres hits, pero pese a intentarlo, nunca pudo engañar a Ruf (33).
Luego ponchó y dominó a los siguientes dos, primero a Brian con un sencillo por el callejón de tercera y short, con gran pero inútil esfuerzo del defensivo, para tener hombre en primera; luego el número 13, Slater, llega a tratar de seguir la fiesta, pero luego de defender bien su turno, es dominado con rodadito a segunda para caer la entrada, forzando vía 64.
Abre la séptima con el juego empatado 1 a 1, son los dos mejores equipos de la división.
Justin Turner (10) es dominado con línea difícil pero directa al guante del segunda base de Gigantes. El pitcher Webb (62) domina con durísima rola a primera base al bateador Lux (9) y enseguida batalla con Bellinger (35) que lo hace sufrir con varios fouls, pero lo pasa por la piedra y saca la entrada. El pitcher gigante Webb llevaba siete ponchados y había recibido una carrera. Venía la octava y los nervios de los aficionados y de quien escribe a punto de estallar.
Sale Urías del partido, y como se esperaba abre la octava un pitcher de relevo. Dodgers le confía la pelota a Treinen, quien saca la entrada retirando en orden. Sigue el duelo de estrategias entre mánagers mandando señales de engaño. Calientan a uno para meter a otro, anunció un abridor para meterlo hasta la tercera entrada, etc.
Cierre de la Octava con el pítcher de Gigantes Tyler Rogers (71) con sus lanzamientos impresionantes, a veces tan descontrolados que dan miedo, tira por debajo del brazo, domina al primer bateador, luego viene Pollock de emergente (11) y coloca un sencillo milagroso con olor a error por la colocación del jugador defensivo de la primera base, viene Betts (50) y parte el diamante con sencillo al central y se pone en porcentaje de mil con cuatro de cuatro en el partido para ser el hombre del bateo en el juego.
Dogdgers tiene dos en base con un out, viene Seager (5) y le mandan recado wild de advertencia directo a la cabeza y, luego de horrible sufrimiento de por medio, tanto para el bateador como el pitcher, termina con ponche. Gigantes saca al submarinista Rogers y trae del calentadero al dominicano Camilo Doval para enfrentar a la estrella (apagada en esta serie) Justin Turner (10) y lo domina con una sola pitcheada. Turner (10), el mejor de la temporada regular, seguía quedando a deber en la serie contra Gigantes.
Dodgers saca a Jansen*** (74), su cerrador estrella, para enfrentar a Donovan Solano (7) y lo domina con línea que truena por tercera al guante de su guardián Turner (10). Viene Ruf (33). ¡Uf! ¡Qué miedo! Y le pitchean difícil, muy difícil y logra el ponche con un manejo exacto, perfecto, con altas, bajas y a las esquinas como siguiendo una pauta musical en cada lanzamiento. Viene Posey (28) que luego de dolerse de las decisiones del ampáyer -del que se siente acuchillado- pasa a ser abanicado para cerrar el episodio.
La estrategia del manager Dodgers seguía en acción, se dudaba que Jansen fuese a volver en la novena, algunos pensaban que sí, otros que no, en fin.
Al cierre de la Octava, Camilo Doval, el velocista dominicano (75) enfrenta a Smith (16) que cae por la vía 63. Viene Turner (10), debe todo, lo tiene que intentar, pero para sorpresa de todos es golpeado, única forma que tuvo de envasarse en el juego -es sin duda el mejor, lo fue toda la temporada, pero atraviesa mala racha de bateo- ese golpe significa la potencial ventaja en primera.
Viene Gavin Lux (9) y con sencillo al derecho le sube el precio al golpe dado a Turner (10) -a niveles de casa de subasta- colocando a dos Dodgers en las bases y provocando que todos los focos de emergencia se enciendan en San Francisco, salen rosarios de los bolsos de aficionadas que empiezan a rezar, los jóvenes a gritar, otros lloran y hacen señas y cuanta cosa se les ocurre para recibir a Bellinger (35) a batear, que viene con el compromiso de impulsar la de la ventaja para los suyos.
Bellinger (35) logra colocar sencillo entre derecho y central para jalar a Turner (10), salvándole el pellejo en la serie, al convertirlo en el anotador de la del gane. Así, Turner logra dar un abono a los aficionados y todavía les quedan hombres en las esquinas con posibilidad de hacer más anotaciones para amarrar el juego y conseguir el anhelo del pase.
Interrumpe el juego la grúa de San Francisco que llega por el dominicano Doval de 104 mph y trae a la loma a Kevin Gausman (34) para enfrentar a Beaty (45) a quien el manager de los Dodgers -o al menos eso pareció y causó sorpresa-, le da la orden de sorprender con squeeze play o jugada de cuña, pero sale toque fallido y no pasa nada, luego es dominado con inofensivo a primera, dejando clavados en las almohadillas a sus dos compañeros.
El marcador 2 a 1, favor Dodgers. “JUEGAZO”.
Abre la novena y los aficionados quedan anonadados con la aparición del pitcher estrella Max Scherzer* (31), quien sube a la lomita en plan de cerrador, para dominar fácil al primero, luego viene Bryan con bazucazo para Turner (10) en tercera, que comete error, para regresar a las andadas que ponen a Bryan con la potencial del empate en primera. Se nota en Turner (10) la vergüenza en los close up dequeísta cámaras y los que las enfocan se dan vuelo. Otra vez a deber.
Viene Lamonte Wade Jr. (31) de emergente y la bota de foul. ¡Uff, qué aviso, qué nervios! Pero la cábala cubana se cumple (después de un gran foul, un gran ponche) y, afortunadamente es pasado por las armas, sigue Wilmer Flores (41) y se acaba el partido con ponche corroborado por el ampáyer de primera, que al cerrar el puño avala el out y da fe del feo, feo intento de bateo de Flores.
Conclusiones: Dodgers a la serie de la Liga Nacional. El sueño de los Gigantes roto, los récords y su esfuerzo ganando más juegos que nunca (107) quedó atrás.
Por cierto, de locura las decisiones y anuncios estratégicos del mánager de Dodgers, Dave Rogers, pero que parecieron piezas de un engrane que, hasta el final -literal, en la 9-, funcionaron a la perfección.
Asteriscos:
*Urías impone récord de 49 ponches en postemporada.
** SHELZER ganó el Cy Young de la Liga Americana en la temporada 2013. Y ayer consiguió el primer salvamento de su carrera.
***JANSEN, el cerrador estrella, se acerca más a los inmortales que superan los 350 salvamentos de por vida.
** “Súper duro. Obviamente, no quieres que un juego termine de esa manera”, dijo el manager de San Francisco, Gabe Kapler. “No hay necesidad de estar enojado por eso. Por el ponche corroborado por el umpire de primera. Simplemente creo que es una forma decepcionante de terminar. Hay otras razones por las que no ganamos el juego de béisbol de hoy, así que esa fue solo la última decisión del juego”.
Nota relevante: La línea de Bellinger en el medio decidió una brillante Serie Divisional entre los dos mejores equipos del béisbol con un total combinado de 213 victorias en la temporada regular, agregando un nuevo capítulo a esta rivalidad centenaria.
Pero así es el béisbol, por eso es el Rey de los deportes. Además, insisto en que detrás de esas emigraciones diarias hay mano negra y mucho dinero con intereses soterrados.
Las pasiones matan y los pasionales odian a muerte y caen a lo más bajo. ¡Recuérdelo siempre Javier!