Inicio EL MEOLLO DEL ASUNTO Silencio Oficial, Daño Colectivo

Silencio Oficial, Daño Colectivo

Daniel Valles.- En Ciudad Juárez, el silencio institucional se ha vuelto la única respuesta visible al drama que atraviesan las guarderías cerradas por investigaciones de presunto abuso.

A más de tres meses del cierre de cinco estancias infantiles, ni el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ni la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género y la Familia (FEM), ni el Instituto Chihuahuense de Desarrollo Integral Infantil (ICHDII), han emitido actualizaciones sustanciales que ofrezcan claridad a las familias afectadas.

Instituciones que callan

Desde que se anunciaron las primeras detenciones —entre ellas las de Teresa Johana T. E., Graciela L. R., Lourdes Z. M., y otras trabajadoras— no ha habido seguimiento público a los procesos judiciales.

El IMSS, responsable directo de la operación y regulación de varias guarderías implicadas, no ha comunicado ni a los padres de familia ni a los concesionarios el estado actual de los cierres, ni ha informado sobre medidas de acompañamiento económico o logístico.

La FEM, por su parte, ha limitado sus declaraciones a informes fragmentados, sin establecer rutas claras para las resoluciones. El ICHDII ha optado por anunciar capacitaciones —necesarias, sí—, pero que poco remedian el vacío informativo.

El costo humano del silencio

Mientras tanto, las trabajadoras detenidas enfrentan una condena pública sin sentencia firme. Sus nombres fueron expuestos sin que se haya probado culpabilidad alguna, lo que constituye una violación al principio de presunción de inocencia.

El daño moral y psíquico que esto ha causado a ellas y a sus familias es profundo, agravado por la lentitud del sistema judicial y el vacío de respaldo institucional.

Familias en el limbo

Para cientos de madres y padres trabajadores, el cierre de las estancias representa más que una incomodidad: es un golpe directo a su economía y a la estabilidad familiar.

Muchas de estas familias de bajos ingresos no han encontrado un servicio que sustituya el cuidado que ofrecían las guarderías subrogadas, ni en precio ni en flexibilidad. El sistema alternativo que se les ofrece no responde a sus realidades económicas, ni respeta los vínculos de confianza construidos con quienes antes cuidaban a sus hijos.

El Meollo del Asunto

La confianza en la justicia y en las instituciones no se construye con silencio. Se construye con comunicación, con verdad, con humanidad. Hoy, el Estado ha dejado de hablar.

Y mientras no lo haga, seguirá creciendo no solo la incertidumbre, sino también el resentimiento. Las guarderías, sus trabajadoras y las familias afectadas merecen más que investigaciones lentas y opacas.

Merecen un proceso justo, visible y reparador. Porque no se puede proteger a la infancia sacrificando a quienes también cuidaban de ella. Así y ahí, El Meollo del Asunto.