MÉXICO- Los 12.117 millones de dólares que el Fondo Internacional Moneterio (FMI) asignó a México a través de los Derechos Especiales de Giro (DEG), serán utilizados para el pago de la deuda externa del país, insistió el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
El mandatario dijo que ya se realiza un trámite con las autoridades del Banco de México para que esto sea posible porque “el dinero no va a utilizarse para ninguna otra actividad”.
“Se tendrían ahorros, porque esto va a significar una disminución sobre todo en el pago del servicio de deuda, en el pago de intereses y ayuda a la Hacienda Pública, no se van a utilizar esos recursos para ninguna otra actividad sino para el pago de deuda, para seguir manteniendo una política de deuda baja con el propósito de que tengamos una Hacienda Pública sana, fuerte”, puntualizó.
Además, subrayó que el país goza de finanzas públicas sanas y que tuvo un semestre histórico en cuanto ingresos por inversión extranjera.
“No ha habido devaluación de nuestra moneda, tenemos ingresos suficientes de recaudación por el pago de contribuciones, a pesar de la pandemia, está llegando inversión extranjera… Este semestre fue histórico en cuanto a ingresos por inversión extranjera”, dijo.
También aseguró que la economía mexicana se sigue recuperando después de la crisis provocada por la pandemia de COVID-19.
“Ya todo mundo acepta que vamos a crecer este año 6%, se están recuperando todas las actividades productivas. Vamos bien, y por eso esos recursos se van a utilizar para el pago de deuda”, finalizó.
El 23 de agosto, México ha recibido 12.117 millones de dólares a través de los Derechos Especiales de Giro (DEG). Según comentó Banxico, esta transferencia se hizo con el fin de proveer de liquidez adicional al sistema económico mundial mediante el fortalecimiento de las reservas internacionales de los países miembros.
A su vez, el FMI recordó que el uso inadecuado de los activos podría ocasionar una deuda insostenible o una gobernanza débil. Para gastar sus DEG, los gobiernos tendrían que canjearlos primero por monedas fuertes de base, lo que les obligaría a encontrar un país socio dispuesto a cambiarlos.
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