Ataviados con la típica flor de cempasúchil, veladoras, contenedores con agua, cubetas y palas los juarenses llegaron a los diferentes panteones de la ciudad para limpiar las tumbas y adornarlas con flores, así como ofrecer en ofrenda los alimentos, las bebidas y los artículos que eran del agrado de los difuntos.
Algunos de los visitantes llevaron músicos y otros cargaron con sus bocinas para alegrar el ambiente con hermosas canciones.
Por algunos momentos “la vida” regresó a los cementerios luego de que el año pasado los panteones permanecieron cerrados y las autoridades prohibieron las visitas a esos lugares como parte de las medidas de restricción implementadas para controlar la propagación del covid-19. En el 2020, únicamente se permitió la entrada de los cortejos fúnebres.
Elementos de seguridad pública estuvieron realizando recorridos al interior y exterior de los panteones.