Raúl Ruiz.- Los pitufos van a echar a pastorear dos gallos azules para la candidatura a la alcaldía de Chihuahua capital.
Uno es el Secretario de Desarrollo Humano y Bien Común del Gobierno del Estado, Rafael Loera. El otro, el Fiscal General del estado, César Jáuregui Moreno.
El primero, es el galán. El guapetón. En su trayectoria, contamos a este personaje como: subsecretario de Vinculación Ciudadana y Políticas Públicas de Gobierno del Estado de Chihuahua, 2022 – 2024. Representante del Poder Ejecutivo en el Consejo Consultivo de Participación Ciudadana.
De manera insólita, se destapa como aspirante a la alcaldía –al estilo Andrea Chávez– y tapiza con carteleras espectaculares la ciudad.
El segundo, es un personaje de mucho peso y experiencia. Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Chihuahua. En la función pública se ha desempeñado como:
– Secretario General de Gobierno de Chihuahua (2021-2023)
– Secretario del Ayuntamiento de Chihuahua (2016 – 2021)
– Diputado local y coordinador del Grupo Parlamentario del PAN en la LXIV Legislatura en el Congreso del Estado de Chihuahua (2013 -2016)
– Diputado local y Coordinador del Grupo Parlamentario del PAN en la LXI Legislatura en Congreso del Estado de Chihuahua (2004 – 2007)
– Secretario del Ayuntamiento de Delicias (2010-2013)
– Secretario del Ayuntamiento de Juárez (2000-2001)
– Subdirector de Gobernación en el Gobierno Estatal en 1994
– Director de Gobierno en el Ayuntamiento de Juárez en 1995
En su experiencia profesional, su desempeño siempre ha estado vinculado al fortalecimiento del Estado de Derecho.
Según la ciencia de la Prospectiva, quien tiene mayor oportunidad de ganar la candidatura, es el fiscal. Hay varias señales que lo arropan.
1. Cuenta con la canica más gorda. O sea, con la gobernadora. No digo que el otro jovenazo no, pues ambos son piezas de ella y jugarán a ver cuál de los dos cuenta con más simpatizantes en los fangos azules.
Sin embargo…
2. El fiscal trae un colmillo más grande y retorcido que el de un mamut. Recordemos que él ha estado acompañando a Maru Campos desde que eran diputados. Ambos fueron perseguidos y azorrillados por el entonces gobernador, Javier Corral Jurado.
Recordemos que cuando ella fue alcaldesa, él fue su secretario del ayuntamiento y luego, al inicio de su mandato como gobernadora, César se hizo cargo de los controles políticos de la entidad.
Hasta que el fiscal designado inicialmente por Maru, empezó a cajetearla y hubo de entrar al quite el secretario de Gobierno para que, de plano, no se fuera la seguridad de la entidad al foso del narcoimperio. Dicen, los informados, que César Jáuregui, es tan capaz que, desde entonces, juega los dos roles.
Hoy, los medios lo quieren colocar como “el bueno” para la alcaldía, pero los especuleros profesionales tienen otros datos. Piensan que César, anda de bajo perfil, así como zonguito, zonguito, para… ¡De repente!, bajar del caballo a Marco Bonilla y ponerlo como candidato a la gubernatura.
¡Cuánta perversidad en los manglares azules!