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¿Qué y cómo hacer con los niños?

Víctor Diusabá.- Decir que uno de los retos más grandes que afrontamos es la situación de los niños en confinamiento es comprobar que el agua moja. Quizás cada familia que los tiene en su seno habrá ido construyendo su propio modelo, por supuesto siempre abierto a ser reformado. Al fin y al cabo, esa es una de las tantas cosas que nos hemos visto obligados a aprender y construir. Bienvenida Diana Bayona, especialista, a este espacio con un artículo que, ya lo verán, nos sirve de hoja de ruta.

Hola, soy Diana Bayona, psicóloga de la Universidad Javeriana. Mi experiencia laboral ha sido por años en el mundo organizacional, es lo que me gusta, lo que realmente me apasiona… Sin embargo, durante estos días de cuarentena me he dedicado a una práctica maravillosa, observar el comportamiento de mi hijo, quien el martes pasado cumplió 6 años, fue un cumpleaños diferente: sin invitados, sin fiesta, sin juegos al aire libre, con mensajes de felicitaciones a través de videos y llamadas por WhatsApp, zoom y teams, con una torta pequeña y decoración por toda la casa y así, fue un cumpleaños feliz.

Combinar la observación del comportamiento de mi hijo y toda la información que tenemos a un click: lecturas, foros, conversatorios etc, me ha impulsado a crear estas notas de voz con las que siento puedo aportar a las familias que tienen niños, con tips o pautas para cuidar y proteger la salud mental de los padres, pero sobretodo de los más pequeños de la casa.

Quiero empezar invitándolos a pensar en lo novedoso de esta situación, es nuevo para todos, sin importar la etapa de la vida en la que nos encontremos, es nuevo para los niños, para los adolescentes, para los adultos y para los adultos mayores. Y al ser un reto absolutamente nuevo, nos enfrenta a situaciones no vividas antes, situaciones que seguramente no sabremos afrontar o que nos producirán miedo, incertidumbre, desconcierto, preocupación etc.

Y es aquí donde debemos afrontar una de las responsabilidades más grandes: acompañar a los niños y ayudarlos a manejar estas emociones, sentimientos, pensamientos etc, transmitiéndoles seguridad, tranquilidad.

Y precisamente porque brindar este acompañamiento y ayuda es nuevo para nosotros, debemos prestar especial atención a los cambios en el comportamiento de nuestros pequeños: mayor irritabilidad, hipersensibilidad, no hacer caso, no poder dormir, tener pesadillas, hacer pataletas con más frecuencia, falta de concentración entre otros, pues es a través de estos comportamientos que los niños expresan lo que sienten frente a esta nueva situación, a diferencia de los adultos, nosotros podemos expresar nuestros sentimientos y emociones a través del lenguaje, por ejemplo, estoy preocupada, tengo miedo, quisiera que esto acabe ya, etc.

Entonces, estos tips o pautas que les voy a compartir, nos ayudarán a salir adelante como grupo familiar, respetando, por supuesto, las diferentes dinámicas al interior de cada familia. Comencemos:

Hablemos con honestidad de la situación, sin extremos: Los niños no deben vivir en un mundo paralelo, alejados de la realidad, pero tampoco deben estar expuestos a las imágenes de los noticieros y los periódicos. Hablarles de manera clara y corta, sin fatalismos, sobre la situación que afrontamos, permitirá que la ansiedad baje y hará que le den sentido a las nuevas situaciones que estamos afrontando: No ir al colegio, no ver y no jugar con sus amigos, no ir al parque, no visitar a los abuelos, etc.

Mantengamos las rutinas: Las rutinas dan seguridad y tranquilidad a los niños, mantener los horarios para bañarse, para dormir y levantarse; para desayunar, almorzar y cenar; para estudiar y descansar hace que los días tengan estructura y organización. Hacer una cartelera en conjunto con el niño y pegarla en un lugar visible resultará divertido, para los más pequeños podemos hacer el cartel con imágenes de revistas. Los fines de semana podemos flexibilizarnos un poco, esto también hace parte de la rutina.

Desarrollemos la autonomía: Este es el momento perfecto para desarrollar la autonomía, el trabajo colaborativo y la convivencia familiar. Durante estos días los niños de más de 4 años pueden intentar: bañarse y vestirse solos, escoger ellos mismos la ropa que quieren ponerse, lavarse los dientes, ir al baño solos, comer solos, prender la computadora para las clases virtuales, etc. Cada vez que logren ellos solos hacer alguna de estas cosas vamos a felicitarlos, así van afianzando la confianza en sí mismos y se sentirán acompañados y guiados.

También podemos desarrollar el trabajo colaborativo: Los niños pueden ayudar a poner la mesa; sacar las servilletas; dejar la ropa sucia en su lugar, recoger los juguetes etc. Asignarles “responsabilidades” les hará sentirse importantes y aprenderán que todos debemos colaborar.

La convivencia familiar es otro aspecto que podemos enseñar en estos días, las reglas y normas de la casa debemos vivirlas todos y es con nuestro ejemplo que los niños aprenden que en la casa no nos gritamos, no nos lastimamos, nos cuidamos física y emocionalmente, damos las gracias, pedimos el favor, etc. Recordemos que el comportamiento de los niños, es el fiel reflejo del comportamiento de los padres.

Personalmente me ha funcionado un juego que me inventé, es un juego democrático, donde votamos en asuntos como qué será el postre o qué cenaremos hoy, es importante que en estas votaciones algunas veces gane el niño, pero también es importante que en otras ocasiones no, así comprenderá que al vivir en familia debemos desarrollar la flexibilidad y compartir los gustos de los demás.

Estos comportamientos nos ayudan a desarrollar ambientes emocionalmente sanos.

Si no puedes con tu enemigo…: y eso fue lo que hice, me alié con el televisor, buscando series educativas que entretengan y al mismo tiempo dejen una buena enseñanza, lo mismo hice con el celular y la tablet, descargando juegos que pongan a pensar y a desarrollar la imaginación. Debemos revisar lo que ven nuestros hijos pues esto influirá en su comportamiento y además en estos momentos no tienen la oportunidad de descargar el exceso de los estímulos de las pantallas, entonces busquemos contenidos valiosos.

A moverse: es importante buscar la forma en que nuestros hijos, sobrinos, nietos etc., se muevan, salten, bailen, en fin. Cada uno es diferente, en mi caso mi hijo disfruta corriendo y saltando de un lado a otro con su espada; seguramente otros niños disfrutarán bailar o hacer ejercicio con sus papás, lo importante es que lo disfruten y hagan algo de actividad física.

Quiero saber qué sientes: Como les conté al inicio, los niños no expresan verbalmente sus sentimientos y emociones, entonces busquemos la forma de enterarnos cómo se sienten, esto lo podemos hacer a través de dibujos, juegos, títeres etc. Yo lo hice a través del dibujo. Mi hijo está aprendiendo a escribir, entonces yo le decía letras para que al final él dibujara la palabra que le dicté, después de unos minutos le dicté la palabra cuarentena y ahí logre ver qué significa para él, luego le pedí que dibujara lo que le gustaba y lo que no le gustaba de la situación, ¡¡¡me enteré de cosas bien interesantes!!! Los niños que logran expresar lo que sienten tienen más probabilidad de disminuir las pataletas.

Actividades de recreación: Las siguientes son actividades que podemos hacer para compartir con los niños, seguramente a ellos les encantará y será un momento de distracción para nosotros también: Cocinar, ver películas y la que más les recomiendo leer, la lectura hace que la imaginación vuele y pasemos del espacio al mar de una página a otra.

Centrémonos en enseñar lo pertinente: Este es el momento de enseñar a vivir en familia, a afrontar una crisis, a ser generosos con los que no tienen, etc. Seguramente más adelante habrá tiempo para reforzar las sumas y restas.

Para terminar, es importante que sepamos que todos los niños mayores de 4 años recordarán esta situación y que depende de los adultos lo que ellos recordarán; entonces, cuando sintamos que la paciencia se nos ha agotado, algo absolutamente normal, respiremos profundamente inflando el estómago y soltemos suavemente el aire hasta que el estómago vuelva a quedar plano, alejémonos de la situación que nos enfada y volvamos cuando estemos más calmados, tratemos de desarrollar la flexibilidad y la empatía.

Espero que estos consejos le hayan gustado, que les sirvan, seguramente con todo nuestro amor, lograremos que nuestros hijos y nosotros disfrutemos este tiempo en familia. Cuídense mucho.